La banca española rebotó en torno al 3% ante la expectativa de que el BCE también frene los tipos de interés negativosDespués de muchas sesiones de números rojos agravadas por los problemas de entidades como Deutsche Bank o Monte dei Paschi las cotizaciones de los bancos españoles se han vuelto a recuperar. Lo hicieron ayer con fuerza, a la espera de la Reserva Federal estadounidense (Fed), tras anotarse, de media, un alza del 3,5 por ciento en la sesión que impulsó al Ibex 35 un 0,83 por ciento, hasta los 8.758 puntos. Entre las razones que, según los expertos, ayudaron al sector, estuvo en primer lugar la decisión del Banco de Japón (BoJ) -ver información contigua-, con la que el mercado pudo haber interpretado que en el futuro los bancos centrales van a tener en mente a las entidades de crédito para diseñar sus políticas monetarias. Tomohiro Yusa, analista de renta variable de Fidelity, explica que “el recién introducido control sobre la curva de tipos y la ausencia de cambios en la política de tipos de interés negativos son factores decididamente positivos para que los bancos y las aseguradoras puedan seguir siendo rentables. La curva de tipos será menos volátil gracias a esta nueva política, lo que puede mitigar los riesgos bajistas para el sector financiero y poner de relieve sus atractivas valoraciones”. Con todo, Popular fue el valor más alcista, con una rentabilidad del 9 por ciento -ver apoyo-. No solo en España sino tambien en el sectorial europeo, que se anotó un 1,96 por ciento. Le siguieron Bankia (3,24 por ciento), Santander (3,17 por ciento), BBVA (2,87 por ciento), Sabadell (2,62 por ciento), Bankinter (1,9 por ciento) y CaixaBank (1,17 por ciento) -ver gráfico-. Buen momento por técnico La situación técnica de la bolsa, que se situaba en zona de compra después de las caídas de la semana pasada, fue otro de los motivos que justifican el gran impulso de ayer. Para Hernán Sánchez, de CMC Markets, el comportamiento del sector bancario europeo es el mismo en los últimos años: “Suele ser el más castigado en los días que el mercado baja y también el más efusivo en los días positivos”. Y es que las bolsas del Viejo Continente cerraron con alzas moderadas a la espera de la decisión de la Fed. Los inversores descontaban ya que no iba a anunciar una subida de tipos de interés, “al menos hasta diciembre, por lo que a corto plazo el mantenimiento de unos bajos podrían animar a la renta variable”, puntualiza Sánchez. Prueba de ello fueron también las tenues compras de renta fija americana. Nada más conocerse la decisión del organismo presidido por Janet Yellen, la rentabilidad del T-Note americano bajó bajó al entorno del 1,6 por ciento, a pesar de que había llegado a escalar hasta el 1,73 por ciento en la jornada. No fue así en el resto de Europa, donde si bien el día comenzó con efusivas compras de renta fija éstas poco a poco se fueron apagando para tornarse en ventas; eso sí, ligeras, ya que, de media, los inversores perdieron un 0,2 por ciento. Con el español fue con el que menos, ya que tan solo se perdió un 0,14 por ciento de su valor, al subir su rentabilidad del 0,98 al 1 por ciento (funciona al revés que la bolsa, por lo que cuando la rentabilidad sube, el precio baja). No obstante, había llegado a situarse a lo largo de la sesión en el 0,96 por ciento. Algo similar ocurrió con la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono a 10 años español y su homólogo alemán. Cerró en 100 puntos básicos, aunque había llegado a situarse durante la sesión en 96 puntos básicos.