Abonará el año que viene 70 millones con cargo a las cuentas de 2016, lo que supone un pago de 0,28 euros por acciónUno de los puntos vitales de la salida a bolsa de Telxius era saber cuál será la política de retribución de la filial de infraestructuras de Telefónica para discernir si se trataba de una empresa de crecimiento o de dividendo. Al final, se queda en una situación híbrida. La compañía ha desvelado que a lo largo del año que viene repartirá un dividendo de 70 millones de euros con cargo a las cuentas de 2016. En caso de que la compañía comience a cotizar a 12 euros por acción, la rentabilidad de su dividendo se situaría en el 2,3 por ciento, mientras que si sus títulos se negociasen a 15 euros por acción el rendimiento de su retribución retrocedería hasta el 1,9 por ciento. En cualquier caso, la entrega será de 0,28 euros por cada título. De este modo, el pago sería más atractivo que el que ofrece su principal comparable en España -la rentabilidad esperada para Cellnex es del 1,2 por ciento-, pero inferior a la retribución que ofrecen sus competidores en el Viejo Continente. La italiana Inwit remunera un 3,4 por ciento y los pagos de la también transalpina EI Towers se elevan al 3,8 por ciento. Si Telefónica coloca el 36,36 por ciento de la compañía el próximo ejercicio recibirá 44,5 millones de euros, mientras que si este porcentaje alcanza el máximo del 40 por ciento el pago se quedará en 42 millones de euros. Sigue la estela de Cellnex Además, la compañía de torres de telecomunicaciones ha seguido la estela de Cellnex al elegir las condiciones para retribuir a sus accionistas. De este modo, ha anunciado que tiene la intención de abonar pagos anuales que se correspondan, como mínimo, con el 40 por ciento del flujo de caja apalancado recurrente del ejercicio anterior, una medida que también ha usado la firma presidida por Francisco Reynés, si bien es cierto que ésta solo reparte el 20 por ciento. Desde Cellnex explicaban en el momento de su salida al parqué: “Optamos por un porcentaje sobre esta magnitud porque es la caja que queda tras restarle al negocio el circulante, el pago de impuestos y el pago de intereses”. Además, especificaban que “es la caja que queda para crecer, repagar deuda o retribuir, por lo que queda muy claro cómo la firma emplea y prioriza sus recursos”.