El Gobierno estudia un ‘salvavidas’ de 40.000 millones que la UE no respaldaLa de ayer fue la enésima jornada negra protagonizada por los bancos italianos dentro de lo que se ha convertido ya en la tónica habitual del mercado europeo. Las ocho entidades financieras del país de la bota que cotizan ya han perdido la mitad de su valor bursátil en lo que llevamos de año, hasta los 50.000 millones de euros que representan ahora en conjunto -ver gráfico-. Prácticamente, todos ellos están en mínimos históricos y los que aún no, se encuentran a un paso de sufrirlo, considerando el brutal azote que sufren de los bajistas. El sectorial bancario europeo (Stoxx 600 Banks) retrocede un 32 por ciento en el año, el más penalizado de Europa, y si lo hace es, principalmente, por la caída que protagonizan entidades como Banco Popolare o Banca Monte dei Paschi Siena, que sufren desplomes superiores al 70 por ciento en 2016. De hecho, siete de los diez mayores desplomes del índice bancario europeo tienen la firma de Italia. Créditos morosos La última gota para colmar el vaso fue el reconocimiento público de Banca Monte dei Paschi Siena este lunes acerca de que el Banco Central Europeo (BCE) le había instado a reducir en 10.000 millones de euros el volumen de sus créditos morosos, un 20 por ciento del total, hasta 2018. ¿La consecuencia más inmediata? La entidad fue -una vez más- suspendida de cotización y cerró la sesión con un desplome del 14 por ciento. Es, dicen expertos del sector, la firma más afectada por la morosidad de pequeñas y medianas empresas de entre quienes cotizan. Según el consejero delegado del banco, Fabrizio Viola, la entidad habría concedido más de “2.000 millones de euros en créditos dudosos desde 2015” y es una situación que -como ocurriera a la española con la concesión de hipotecas- ahora se les está volviendo en contra. “De manera extrapolable al sistema, los créditos morosos representan un 20 por ciento del total de la banca italiana”, reconocen fuentes de una agencia de rating presente en Italia, que apuntan, sin embargo, a una excesiva penalización en bolsa a aquellas entidades que cuentan con balances mucho más solventes. El posible rescate Si bien hay quien considera que el primer ministro italiano, Matteo Renzi, está dispuesto a “desafiar” a Bruselas, desde Fitch sus analistas consideran “muy difícil” que se produzca un rescate al sistema financiero como el que se plantea actualmente: una inyección con dinero público de 40.000 millones de euros, que ni siquiera cuenta con la luz verde de la Unión Europea. Según declaran fuentes próximas al Ejecutivo del país, “no existe ninguna decisión tomada, ni tan siquiera sobre la cuantía del mismo”. “Sea cual sea la solución”, cuentan analistas del sector en Italia, “el sistema tiene un problema de calidad de los activos, a pesar de que hay bancos muy fuertes y otros, mucho más débiles. Las provisiones que han realizado los bancos son suficientes, pero sólo para algunos de ellos. En algunos casos, puede llegar a impactar en el capital” y repercutir, nos dicen, en el pequeño inversor. Por el momento, el accionista ha sido quien ha encajado el golpe. El Footsie MIB es el más bajista del año dentro del Viejo Continente, con una caída superior al 25 por ciento, debido al peso de los bancos, su principal sector.