La rentabilidad del bono español se acerca a la del italiano y de momento el mercado está más condicionado por el ‘Brexit’ No siempre se da la circunstancia de que unas Elecciones Generales en España coincidan en la misma semana con un acontecimiento histórico, como lo es el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la UE. Es esta última cita la que ha puesto nerviosos a los inversores en algunas sesiones, movidos a ritmo de encuestas, mientras los comicios del próximo domingo están quedando a un margen. Al menos de momento, a juzgar por el comportamiento de la deuda pública española -entendida como un termómetro del riesgo-, frente a otros países como Italia. El mercado ha llegado a exigir a los bonos españoles a diez años una rentabilidad de 23 puntos básicos más que a Italia durante este año, mientras que esta diferencia, lejos de ampliarse ahora ante un posible escenario de nueva incertidumbre, se ha estrechado por debajo de 5 puntos, sitúandose en torno al nivel más bajo desde julio de 2015 -la rentabilidad del bono español a una década está en el 1,478 por ciento y la del italiano, en el 1,43-. Y no es porque los inversores vendan deuda italiana, ya que ni siquiera ayer se dio esta situación pese a la sorpresa de las elecciones municipales en ciudades como Roma o Turín, donde se impuso el M5S. El temor a un Brexit es lo que disparó las rentabilidades en los bonos periféricos la semana pasada, pero, “parece que, de momento, los inversores no están especialmente preocupados por las Elecciones Generales. Tal vez, porque tienen por delante una cita que ha estado inquietando en mayor medida [el Brexit], y no tanto porque las elecciones no tengan su trascendencia. En función del resultado de las mismas, podríamos ver un mayor nerviosismo en nuestro mercado”, considera Victoria Torre, de Self Bank. “La situación política incierta en España creo que ya está descontada por parte de los inversores, ya que se lleva produciendo desde hace seis meses”, señala Borja Monforte, director de operaciones en Iberia de Crif Ratings. El experto apunta a que “el diferencial [entre España e Italia] probablemente se está estrechando por el mayor crecimiento actual de la economía española, y por la percepción de los inversores de que España está más avanzada en las reformas que tenía pendientes”. Algunos analistas tienen claro que a España se le debería exigir menos interés que al país transalpino. “Si no hubiese problemas de ingobernabilidad, estoy seguro de que nuestra prima de riesgo sería bastante más baja que la italiana. Crecemos a mejor ritmo y, sobre todo, nuestros bancos están más saneados”, opina Miguel Paz, responsable de estrategia en Unicorp Patrimonio. Pero lo cierto es que, aunque la diferencia ha bajado a favor de España, el mercado exige una prima de riesgo (frente a Alemania) de 143 puntos básicos, mientras la de Italia es de 138 puntos. El panorama más favorable de la economía española y las menores dudas sobre el sector financiero sí llevan tiempo reflejándose en otro termómetro: el CDS, el contrato para protegerse en caso de impago. El escudo español cotiza en 107 puntos básicos, 42 puntos por debajo del italiano, y esta diferencia, de hecho, no era tan alta a favor de España desde diciembre de 2014. Las emisiones, paralizadas Las compañías, por su parte, estarían a la espera de las dos citas de la semana antes de emitir más deuda pese a las compras del BCE. “No esperamos que se lleven a cabo emisiones de bonos, hasta que emisores e inversores tengan una idea clara del desenlace del referéndum británico del 23 de junio. Con la proximidad de otro evento importante, como son las Elecciones en España, nos sorprendería que se produjeran emisiones en lo que resta del mes de junio”, adelanta Franz Rudolf, director de análisis crediticio de Unicredit en Fráncfort.