Su valoración cae en 32.000 millones, frente a los 22.000 millones perdidos en bolsaDespués de las fuertes caídas sufridas en la sesión de ayer, desde que comenzó el año el sector bancario español ha sufrido un retroceso del 19 por ciento, de media, un descenso que ha venido acompañado de un deterioro en las valoraciones de los expertos y de caídas en las previsiones de beneficios. Al comenzar el año, el consenso de mercado valoraba los ocho bancos del país en más de 200.000 millones de euros y ahora esa valoración se queda justo por debajo de los 170.000 millones de euros. De este modo, el valor otorgado a los bancos por los expertos se ha reducido en más de 32.000 millones en poco más de cuatro meses, cuando el castigo del mercado se ha quedado en aproximadamente 22.000 millones de euros. Este deterioro en las valoraciones del sector ha venido acompañado de un fuerte retroceso en las previsiones de ganancias: en lo que va de año, las perspectivas de beneficio neto para el conjunto de la banca ha caído en un 14,3 por ciento para este ejercicio y en más de un 15 por ciento para 2017. Y es que además de la complicada situación que vive todo el sector en el Viejo Continente con el precio del dinero por los suelos -lo que dificulta el negocio tradicional de la banca- en España las entidades se enfrentan a otros problemas específicos como el retraso en la reducción de costes, la devolución de las cláusulas suelo o un crédito que no acaba de crecer. “Los inversores en bancos españoles esperan un crecimiento de los ingresos, recortes en los costes y unas pérdidas por los préstamos por debajo de lo normal para generar una subida material de la rentabilidad. Sin embargo, los bajos tipos de interés, unas leyes laborales restrictivas y pérdidas por préstamos escondidas impedirán que esta mejora llegue”, explican desde Berenberg. Otro de los puntos que está afectando a las entidades del país es la incertidumbre política e incluso el hecho de que el Gobierno haya incumplido ampliamente el objetivo de déficit en 2015. “Creemos que la incertidumbre política en España y el riesgo de nuevas elecciones podría pesar en las acciones hasta la probable formación de un gobierno más favorable para el mercado”, explican desde JP Morgan, a la vez que advierten de que si España tiene que reducir su déficit “podría llevar a las compañías a posponer inversiones, lo que sería negativo para el crecimiento de los préstamos a corto plazo”. Reducción de costes En este contexto, los expertos creen que la mejor opción de los bancos españoles para mejorar su situación es recortar sus gastos, un camino que algunas entidades ya han emprendido. Santander ha pactado con los sindicatos un ajuste de plantilla de 1.380 personas y Bankia redujo sus costes en un 28 por ciento en su plan estratégico 2012-2015. Y es que las compañías tienen encima de la mesa un recorte en el número de oficinas y la amenaza de las firmas fintech. Aún así, los analistas creen que deben hacer un esfuerzo adicional. “Nos cuestionamos la disposición para recortar costes, teniendo en cuenta que algunos no están haciendo nada importante y aquellos que están haciendo algo podrían conseguir algo más”, reflexionan desde JP Morgan.