Iba a comprar los activos de los que se debían desprender ambas firmas para atenerse a las normas de competenciaOrange, primer operador francés de telecomunicaciones, y Bouygues, cuarto del país, anunciaron el pasado viernes el fin de las negociaciones para impulsar una fusión entre ambas compañías después de tres meses de contactos. La decepción que ha supuesto esta ruptura en seco del proceso negociador llevó ayer al Stoxx 600 de telecomunicaciones a ser el peor índice del Viejo Continente en la apertura de semana, al ceder un 1,06 por ciento. Los protagonistas de la ruptura sufrieron importantes pérdidas, aunque esta corrección pasó factura de manera particularmente virulenta a Bouygues Telecom, cuyas pérdidas llegaron a superar el 13 por ciento. Estas ventas le devolvieron a la cota de los 30,4 euros por acción, un nivel no visitado desde el mes de enero de 2015. Por su parte, la caída para Orange en el mercado parisino llegaron a ser superiores al 5 por ciento. El hecho de que estas conversaciones fuesen consideradas como “una de las últimas posibilidades de consolidación dentro del sector de telecomunicaciones francés”, tal y como reconocen los expertos de Berenberg, lleva a las principales casas de análisis que cubren el sector a empeorar la recomendación para ambas compañías. De hecho, se antoja “complicado”, dicen desde Goldman Sachs, que “las conversaciones puedan restablecerse en los próximos meses, incluso a pesar de los incentivos que existen para esta operación”. Kepler Cheuvreux ha rebajado el precio objetivo de Bouygues desde 35 hasta 31 euros por acción, con la consecutiva decisión de reducir exposición desde mantener y otras casas de análisis como Berenberg llevan su cobertura sobre el cuarto operador francés hasta la venta, desde mantener. Ahora, se espera que el mercado de telecomunicaciones francés se polarice entre Orange y Numericable, los dos operadores con redes y escalas, mientras que las firmas más pequeñas son las que más van a sufrir (Iliad y Bouygues). “Estas empresas más pequeñas pueden convertirse ahora en operadoras de nicho si se mantienen los actuales precios en el mercado, con un consecuente peor comportamiento en bolsa o pueden optar por subir los precios”, afirma Javier Borrachero, de Kepler. Iliad, entre las más afectadas En este sentido, Iliad es una de las empresas más afectadas por la ruptura de las negociaciones entre Orange y Bouygues al ser una de las principales candidatas a hacerse con los activos de los que deberían desprenderse ambas compañías para atenerse a las normas de competencia. Deutsche Bank, Bryan Garnier y Kepler Cheuvreux han sido las primeras en reducir la recomendación que pesa sobre Iliad. De hecho, esta última firma ha explicado que la empresa gala “es la firma que más puede perder en conjunto de esta falta de acuerdo”. “Desde el punto de vista estratégico es muy duro para Iliad”, asegura Javier Borrachero, de Kepler. “De hecho”, prosigue el experto, “ahora Iliad va a tener más difícil el acceso a tiendas y otra serie de activos que iba a lograr con el acuerdo, lo que hace que sea mucho menos atractiva”. Todo ello ha desembocado en caídas que rondan el 10 por ciento en bolsa.