Los productos de deuda diversificada suben un 0,45% en el ejercicioSi los inversores huyeron durante el mes de prácticamente todas las bolsas, entonces, ¿dónde se refugiaron? Pues bien, en la renta fija, pero no en toda. Sobre todo buscaron cobijo en el Bund alemán, que provocó ganancias del 2 por ciento, y en el T-Note americano, que ofreció plusvalías del 1,5 por ciento. Pero no solo han sido refugio del mercado en febrero, sino también en el año, ya que con ambos se gana un 5 por ciento (la rentabilidad del bono alemán ha caído del 0,62 al 0,10 por ciento y la del americano, del 2,26 al 1,74 por ciento). Con peor sabor de boca se habrán quedado los inversores del bono español, que ha perdido un 0,2 por ciento en febrero. Eso sí, con él todavía ganan algo más del 2 por ciento quienes ya lo tuvieran en cartera el 1 de enero, ya que el interés exigido por el papel español a diez años ha bajado del 1,77 al 1,53 por ciento. Y BNP Paribas incluso cree que podría bajar al 0,8 por ciento. Efectos visibles La hecatombe en el mercado de renta variable durante los últimos dos meses se deja sentir en el comportamiento de los fondos de inversión de deuda. Y aunque en febrero apenas se ha reflejado en sus carteras, sí lo ha hecho en el año, en el que los inversores ya ganan, de media, un 0,45 por ciento. Para que se haga una idea, siete de cada diez fondos de renta fija diversificada están en positivo en el año, según los datos de Morningstar (que pueden invertir tanto en deuda pública, como corporativa). Este comportamiento se evidencia, aún más, en los fondos de renta fija gubernamental. Según Morningstar, los productos con exposición a ella ganaron un 0,48 por ciento, de media, durante el mes de febrero, y ya se anotan rentabilidades del 1,94 por ciento en lo que va de año. Claro que no extraña si se tiene en cuenta que el 93 por ciento de los productos que se engloban en esta categoría están en positivo en el año.