Las previsiones de las firmas más expuestas al país caen un 5% en en el ejercicioEl mercado está mostrando verdadera preocupación por el negocio de las aseguradoras expuestas a China. El Gobierno del gigante asiático ha impuesto restricciones a la compra de seguros en el extranjero como medida para controlar los flujos de capitales, lo que impacta directamente en los ingresos de este sector. Desde el inicio de 2016, el consenso de mercado ya ha recortado un 5,5 por ciento las estimaciones de beneficio para 2016 y 2017 de las cinco aseguradoras que más dependen de la segunda economía del mundo: AIA Group, Prudential, MetLife, Swiss Re y, en menor medida, Aviva. El golpe de gracia lo sufrieron el martes 2 de febrero. Los títulos de la británica Prudential llegaron a caer más de un 9 por ciento en la bolsa de Londres, su mayor descenso desde marzo de 2010; los de la hongkonesa cotizada en Estados Unidos AIA Group más de un 5 por ciento; más de un 4 por ciento los de MetLife y los de Aviva; y cerca de un 2 por ciento los de Swiss Re. El motivo fue el mismo: se había hecho pública la intención de las autoridades monetarias chinas de imponer mayores controles sobre el uso de las tarjetas de UnionPay, a través de las cuales se canalizan las compras en el extranjero en dólares y, concretamente, son la única vía para contratar seguros con compañías foráneas. Con este tipo de medidas, “China busca reducir una de las mayores presiones que sufre el yuan y controlar los flujos de capitales”, explica Paul Moran, profesor del IEB. “China está intensificando las medidas para frenar las salidas de capital”, coincide el servicio de análisis de Bloomberg. “Las compras de seguros en el extranjero utilizando UnionPay tienen un límite de 5.000 dólares desde el 4 de febrero”, continúa la agencia de información económica. Hasta ahora, estas operaciones habían estado exentas de controles, más allá del que limita a los ciudadanos chinos a cambiar yuanes por un máximo de 50.000 dólares al año. Esto propició que los chinos acudieran en masa a Hong Kong para comprar pólizas de seguro, que por lo general ofrecían un servicio mejor y “servían de vehículo para eludir los controles sobre el capital que pueden mover en el extranjero”, según Bloomberg. Las firmas de inversión han reaccionado recortando los ingresos -un 3,5 por ciento de media- y los beneficios -un 5,5 por ciento- que esperan que consigan estas compañías en los dos próximos años (ver gráfico). Sin embargo, de forma general, han reiterado su confianza en aseguradoras como Prudential o Aviva, que reciben sólidas recomendaciones de compra, a pesar del nuevo escenario que se abre en el gigante asiático. Hasta seis analistas, entre ellos los de UBS, Morgan Stanley o Barclays, emitieron el consejo de adquirir las acciones de Prudential, una de las más expuestas a China, durante la semana en la que entró en vigor la restricción. De hecho, ningún experto aconseja actualmente venderlos. En un informe publicado por Barclays, la firma de inversión inglesa considera que “el negocio de las aseguradoras no se verá afectado significativamente aunque el regulador monetario de China haya reforzado los límites sobre las contrataciones de seguros en el extranjero”. Más incertidumbres Por otra parte, UBS advierte en otro informe de que “la incertidumbre sobre el ciclo del crédito en Europa puede hacer que este año sea más difícil para las aseguradoras”, por la relación que existe entre las concesiones de créditos y las ventas de seguros que van asociadas. Ésta es otra adversidad que está cotizando en contra de las acciones del sector asegurador, a la que se suma, según un estudio de BlackRock, que “la política monetaria divergente supone un desafío para las aseguradoras globales”. “Aunque han visto los efectos positivos del QE, también temen que pueda crear desequilibrios y un entorno de inversión no sostenible. Si combinamos esto con las bajas tasas de interés continuas en algunas regiones y la inquietud ante una posible subida de los tipos en otras, así como falta de liquidez en el mercado de renta fija, veremos que las aseguradoras se enfrentan a un dilema”, concluye Blackrock. La buena noticia para el sector en 2016 ha llegado con el aplazamiento de la implantación del MiFID II, lo que ha dado oxígeno a las aseguradoras para adaptarse al nuevo marco.