Los expertos esperan que cobre más a los bancos por aparcar su dinero y mayores compras de deudaEl incremento de los riesgos de deflación y el recelo de los emergentes presionan a Draghi“No hay límites para el QE”. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo -BCE-, destacó en la primera reunión del año de la entidad que, debido a los fuertes riesgos a la baja que ha sufrido el mercado desde diciembre, el Consejo de Gobernación ha decidido revisar el programa de estímulos monetarios en la próxima reunión, que tendrá lugar el 10 de marzo, cuando dispondrá de las nuevas perspectivas macroeconómicas para la eurozona. Las caídas que han tenido lugar en el precio del petróleo desde la última reunión son una de las principales preocupaciones para el economista italiano, además de “la incertidumbre sobre el crecimiento de los países emergentes, la volatilidad que están experimentando los mercados, el aumento de los riesgos geopolíticos y la reestructuración de algunos sectores”. La incertidumbre que existe por la situación actual del mercado recuerda a la crisis que azotó a Europa en 2012, y que Draghi aplacó con su famoso “haré todo lo que sea necesario para salvar al euro...”. Sin embargo, sus palabras de ayer recordaron a las que pronunció en la reunión de octubre de 2015, cuando anticipó más estímulos para la reunión de diciembre, la última del año, en el momento en el que conociesen las nuevas estimaciones macroeconómicas para la región. En esa ocasión SuperMario defraudó al mercado al no cumplir con las expectativas de nuevas medidas que se esperaban. ¿Qué se espera en marzo? Ahora, los expertos ya especulan con los movimientos que pueda tomar el regulador monetario europeo el próximo mes de marzo. Según JPMorgan, las estimaciones son que se anuncie un nuevo recorte en la facilidad de depósito -cuánto le cobran a los bancos por aparcar su dinero en el BCE- hasta el 0,4 por ciento, frente al 0,3 por ciento que se mantiene en la actualidad. Además, el banco estadounidense cree que Draghi incrementará las compras de deuda en 10.000 millones de euros al mes -hasta los 70.000 millones- y que retrasará el final del QE hasta junio de 2017. Hasta ahora, el límite fijado es marzo de ese año, aunque Draghi siempre ha querido destacar la flexibilidad que existe en este aspecto. Juan Fernando Robles, profesor de finanzas y banca, destaca en el mismo sentido que “lo que veo más plausible es que suba el importe mensual de las compras -10.000 ó 20.000 millones- y lo extienda a más tipos de activos, haciendo más adquisiciones de deuda privada. También puede recortar la facilidad de depósito si se ve obligado por los tipos a corto plazo de los bonos. Retrasar el final del QE es más irrelevante, ya que es algo que podrá hacer más adelante”. El petróleo y China El BCE quiere asegurar que la deflación no llegue a la eurozona, y el desplome del oro negro le está haciendo recelar. En varias ocasiones se refirió Draghi a este hecho durante su comparecencia ante los medios, destacando el desplome cercano al 40 por ciento que ha sufrido el precio del recurso energético desde diciembre: el barril Brent, de referencia en Europa, ha caído un 33 por ciento desde el 3 de diciembre, a pesar del 6 por ciento que subió ayer, animado en parte, según fuentes de Bloomberg, por el ataque del Estado Islámico a almacenes de crudo en Libia. El economista italiano explicó el peligro que existe de que el desplome del crudo termine contagiándose y generando un problema mayor: “Si fuese un efecto a corto plazo, el BCE podría mirar para otro lado, pero no es lo que estamos viendo. Tenemos en cuenta los efectos secundarios; las caídas de las materias alimentan otros precios, que pueden generar lo que queremos evitar: una espiral que todavía no hemos visto, pero existe riesgo”. Ahora, el ritmo esperado para la inflación en 2016 es significativamente “más bajo” que a principios de diciembre, debido a las caídas del crudo, según Draghi. China es otro de los factores que lastra al petróleo y que está jugando en contra del BCE, ya que, según Draghi, el país “está contribuyendo en la parte de demanda que está generando las caídas del crudo”. El presidente de la entidad quiso aclarar los eventos más preocupantes que han tenido lugar durante las últimas semanas en China, destacando el mal dato de manufacturas, además de la volatilidad en el mercado de divisas. La situación de España Al ser preguntado por su perspectiva de nuestro país, Draghi alabó las medidas que se han tomado durante los últimos años: “España es uno de los países que ha conseguido alcanzar el progreso más significativo en sus reformas estructurales. Los números de los que disfruta son, simplemente, remarcables”. Sin embargo, también lanzó un pequeño dardo en este caso, al destacar sobre la consolidación fiscal europea que “debería ser amiga del crecimiento, basada en recortes de impuestos, más control en el gasto del gobierno e inversiones públicas con fuertes retornos”.