Los sectores ligados a las materias primas tienen la situación más difícil, según S&PEn un comienzo de año desastroso para la renta variable de todo el mundo, las dificultades para las compañías del Viejo Continente se acumulan. Y es que, para S&P, el número de compañías y estados cuyo rating tiene una perspectiva negativa dobla al de aquellas que podrían experimentar una mejora. En el caso de la deuda soberana, la cifra de potenciales mejoras en su calificación crediticia es superior al de los posibles deterioros -9 frente a 6-. Los estados que se encuentran en situación negativa (de mejor a peor rating) son Reino Unido, Finlandia, Francia, Andorra, Croacia y Serbia. Con las materias primas marcando sus mínimos históricos, el sector en el que se registran mayores probabilidades de deterioro en la calificación crediticia es el de las mineras, metales y acereras, donde casi dos de cada tres firmas se sitúan en perspectiva negativa. El segundo segmento con más compañías en aprietos es, como no podía ser de otro modo, el de las petroleras, donde casi la mitad de las firmas del sector encaran los próximos meses enfrentándose a la posibilidad de un deterioro en el rating otorgado por S&P. Dentro de esta lista se encuentra Repsol, que actualmente cuenta con una calificación de BBB-. En caso de perderla pasaría al grado especulativo. Y es que todo el sector se ha visto perjudicado en los últimos meses por el desplome en los precios del petróleo: ayer el West Texas llegó a perder los 26,5 dólares y el Brent cedió los 27,5, con ambos en su nivel más bajo desde 2003, pero la española se ha visto aún más castigada por la compra de la canadiense Talismán en un momento complicado. Entre las españolas, otras tres firmas se encuentran en posición de sufrir un deterioro en su rating: el grupo Antolin Irausa, el grupo Embotellador Atic e Isolux Corsan. Mientras, son siete las compañías del país que tienen una perspectiva positiva: Abertis, Iberdrola, Telefónica, Banco Popular, BFA Tenedora de Acciones, Viesgo Generación e Ibercaja Banco. El peor año desde 2009 Según informó ayer la agencia de calificación, durante el año 2015 un total de 892 emisores de deuda sufrieron un deterioro en su rating, lo que supone el 69 por ciento del total de los cambios experimentados durante el pasado ejercicio, que ascendieron hasta rozar las 1.300 acciones. Así, se convirtió en el peor año desde 2009, cuando el 83 por ciento de las variaciones en las calificaciones fueron negativas. En cualquier caso, desde S&P indicaron que “aunque esperamos más deterioros en los mercados de crédito globales, no vemos una aceleración especialmente abrupta o perjudicial a pesar del contexto de volatilidad de las últimas semanas.” Del mismo modo, desde la entidad señalaron que los mercados emergentes se mantienen como el riesgo principal.