El incremento de los inventarios en Estados Unidos y la retirada de los inversores provocaron un nuevo retrocesomadrid. Quién le ha visto y quién le ve. Si a comienzos de agosto el petróleo mostró una furia implacable que le llevó a amenazar la barrera de los 80 dólares por barril, ayer, poco más de mes y medio después, se las deseó para defender la cota de los 60 dólares. En Europa, el Brent llegó a caer hasta los 60,30 dólares, aunque cerró ligeramente por encima, en los 60,47. Algo similar le ocurrió al barril WTI, de referencia en Estados Unidos, que marcó un mínimo en 60 dólares, para concluir en los 60,46 dólares. Las bajas cotizaciones a las que descendió el crudo respondieron a factores estructurales, financieros y geopolíticos. Como cada miércoles, el Departamento de Energía de Estados Unidos anunció ayer las reservas semanales de petróleo y otros combustibles en la primera economía mundial. La despensa de crudo se vació en 2,8 millones de barriles durante la semana que terminó el 15 de septiembre, por encima de los 2 millones previstos. Sin embargo, y tras la reciente evolución de las reservas, éstas superan en un 5,5 por ciento a las existentes hace un año. En cuanto a los restantes combustibles, las reservas de gasolina crecieron en casi 600.000 barriles. Finalmente, las de productos destilados crecieron en 4,1 millones de barriles. Nada más publicarse estas cifras, los inversores retomaron unas ventas a las que ya están muy acostumbrados en el último mes y medio. No en vano, desde que el Brent marcó su máximo histórico, por encima de los 78 dólares a comienzos de agosto, su cotización ha descendido un 22 por ciento. En este sentido, aunque el golpe de Estado en Tailandia transcurre por cauces no demasiado preocupantes, los hedge funds -fondos de inversión libre o de cobertura- se precipitaron a deshacer de nuevo posiciones en las materias primas en cuanto los mercados conocieron la noticia el martes, una reacción a la que dieron continuidad ayer. Además, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, también aportó su granito de arena. El mandatario norteamericano señaló ayer que está dispuesto a dar una oportunidad a la diplomacia para evitar que se tomen represalias contra Irán, uno de los temas que ha presionado al petróleo en los últimos meses.