No se prevén rentabilidades negativas, pero sí que la banca exija más requisitos para aspirar a un mayor rendimientoNadie es ajeno a los movimientos del Banco Central Europeo (BCE), ni siquiera el ahorrador. La institución anunció ayer que, a partir de ahora, cobrará un 0,3 por ciento a los bancos que quieran depositar su dinero en el banco central, en vez del 0,2 por ciento exigido hasta ahora y que ha provocado que “el cliente institucional pague tipos de interés negativos”, reconoce el director financiero de uno de los principales bancos españoles. “El problema que se plantea ahora”, explica, “es quién se atreve a abrir el fuego de cobrar al particular”. En un país tan bancarizado como España nadie piensa, sin embargo, que llegue el momento de pagar por un depósito. Pero sí que sus intereses tiendan a cero y que, para aspirar a más, se necesite contratar productos adicionales. Conceptualmente, “los bancos no pueden pagar un 0,3 por ciento al BCE por sus depósitos y a su vez remunerar con un 0,3 por ciento por un depósito a un cliente”, explica Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis. A día de hoy, las imposiciones de las entidades con mayor cuota de mercado en este segmento rentan de media un 0,4 por ciento frente al 0,7 que ofrecían en enero. “No me sorprendería verlos a cero”, apunta Alvargonzález, “y que su única remuneración sea la seguridad”. Dolores Ybarra, CIO global de Santander AM, reconocía durante la presentación de perspectivas de la gestora que, desde hace tiempo, las repos obtienen rendimientos negativos y “eso, tarde o temprano, se trasladará a los ahorradores”. Lo que no implica necesariamente que un particular llegue a pagar por contratar un depósito. “Países como Suiza, Dinamarca y Suecia llevan con la tasa de depósito en negativo más tiempo (y con un porcentaje mayor), que no se ha visto reflejada en los tipos de la banca de activo ni de pasivo”, explica José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi. Aún así, el experto considera que, antes de ajustar el rendimiento de los depósitos, la banca tocaría otros pasivos. “Especialmente cuando se enfrenta a un escenario de consolidación y de ganar cuota de mercado”, añade. Para Alvargonzález, sin embargo, lo más probable es que la banca se decante por ofrecer rendimientos próximos al 0 por ciento en sus depósitos y que cualquier rentabilidad adicional esté vinculada a la contratación de otros productos. “En un país tan bancarizado como el español lo normal es que el depósito tienda a ofrecer una mínima remuneración, sin llegar a cobrar, que se compensará al generar comisiones de otro tipo. Ya sea obligando al cliente a domiciliar la nómina o comprando un fondo de inversión [ver apoyo], aunque tampoco descartaría que se volviera a la negociación individual en ventanilla, en función de la cuantía del plazo, como pasó durante la guerra del depósito”, explica. Mayor interés por su nómina Ninguna de las dos estrategias está extendida en la actualidad, pero ya hacen acto de presencia. Entidades como Popular o Bankinter ofrecen a sus clientes ahora una remuneración más baja en sus depósitos que no requieren vinculación con el banco y una más elevada para los que además domicilien la nómina. La primera ofrece un 0,65 por ciento a trece meses sin nómina y sube hasta el 1,25 por ciento con ella; mientras que la segunda brinda un 0,4 por ciento a un año para los clientes que no se vinculen con la entidad y un 0,8 por ciento para los que sí lo hagan. El doble.