Ofrece rentabilidades superiores al 6%, pese a que el beneficio se frenará en los 1.300 millonesMañana se cumple un año desde la OPV y los 70.000 particulares que acudieron ganan un 43% Mañana se cumple un año desde que Endesa lanzó una oferta para vender el 21,92 por ciento del capital de la compañía, antes en manos de Enel, entre inversores institucionales y minoristas. En estos doce meses, el mercado se ha agarrado a su atractiva política de retribución al accionista sin penalizar en bolsa al valor por un menor crecimiento ante la venta de sus activos latinoamericanos a la eléctrica italiana. Un año después de la OPV, Endesa sube casi un 29 por ciento, aunque corrige más de un 4 por ciento en los últimos dos días; los inversores que acudieron a la operación -unos 70.000 fueron particulares- ganan un 43 por ciento; y la acción se encuentra a menos de un 10 por ciento de máximos históricos. En la recomposición de la nueva Endesa hubo castigo del mercado solo en un primer momento, pero finalmente la OPV de la eléctrica ha sido la más exitosa de la bolsa española entre las cerradas el año pasado si se tiene en cuenta el comportamiento de los títulos en los seis meses posteriores a la operación. Centrar su negocio en España y Portugal tampoco impedirá que la compañía pelee en los próximos años por uno de los dividendos en efectivo más atractivos de la bolsa española y con más visibilidad gracias al anuncio de sus planes hasta 2019. La rentabilidad por dividendo de Endesa superará el 6 por ciento en los próximos años, solo por detrás de los pagos en efectivo que ofrece Telefónica -el rendimiento de Repsol es más elevado, pero todavía no ha anunciado que vaya a retirar la retribución con acciones (scrip dividend)-. En la disputa por la remuneración más generosa del Ibex, Endesa batallará con Mapfre, Abertis y Gas Natural (ver gráfico). Más visibilidad La compañía actualizó su plan estratégico el pasado lunes, dando más visibilidad a su política de dividendos. Pocas empresas, salvo casos como el de Red Eléctrica, se han comprometido con el accionista hasta 2019. Endesa confirmó lo anunciado: en 2015 y 2016 elevará los pagos un 5 por ciento cada año o entregará el cien por cien de su beneficio neto (la opción que suponga abonar un dividendo más alto). Pero añadió claridad para los tres años siguientes: repartirá el cien por cien de sus ganancias. Pocas empresas europeas dan esta visibilidad y destinan todos sus beneficios a retribuir al accionista de forma sostenible y no puntual. Entre las grandes del Stoxx 600, solo compañías como Vivendi o Vodafone tienen un pay out -porcentaje dedicado al dividendo- superior al cien por cien que podrán mantener en los próximos años, según datos de FactSet. No obstante, el plan estratégico no implica que los pagos de Endesa vayan a aumentar mucho en los próximos años, ya que la eléctrica ha ligado la retribución completamente a los beneficios y estos no ofrecerán altos crecimientos, al consolidarse entre 1.200 y 1.300 millones de euros, según las previsiones del consenso de mercado que recoge FactSet. Pese a comprometer su dividendo hasta 2019, en cuanto a ganancias, Endesa no ha dado visibilidad para 2018 y 2019, sino que ha anunciado que espera ganar 1.300 millones en 2016 y que en 2017 se reduzcan hacia el entorno de 1.200 millones. La estimación del consenso de firmas de inversión es de 1.280 millones para 2018 -es la proyección a más largo plazo-, lo que supondría un dividendo en efectivo de casi 1,21 euros por acción que ofrece un 6,3 por ciento de rentabilidad, muy en línea con el 6,2 por ciento de Mapfre (ver gráfico). Aunque las perspectivas de crecimiento de la eléctrica no ofrecen altos crecimientos, la compañía cuenta con otro punto a su favor. “Endesa sigue constituyéndose como una gran generadora de caja libre (el objetivo para el periodo 2015-2017 es de 3.800 millones de euros), lo que le permite tener una política de remuneración al accionista atractiva y sostenible”, consideran desde Renta 4. Si no hay inversiones... Si Endesa ha podido fijar estos objetivos de dividendo para los próximos años es porque no tiene intención de realizar grandes inversiones. Es cierto que la compañía reconoció el lunes que podría abordar pequeñas adquisiciones de distribuidoras o de suministradoras de gas en España, Portugal, Francia y Marruecos, pero gracias a su entrada de caja y a su bajo endeudamiento también se plantea un dividendo extraordinario en 2017. De esta forma, la empresa encontraría “un óptimo de apalancamiento”, destacan en Renta 4. “Tiene margen de maniobra para aumentar el endeudamiento hasta 2-2,5 veces (versus 1,5 veces actual), con lo que debería liberar€1.500 millones en efectivo y podría dar lugar a un dividendo extraordinario en 2017 si no encuentra adquisiciones atractivas”, apuntan en Barclays.