Crece al 46% la cifra de expertos que espera un alza antes de que acabe el añoEl último encuentro del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) que culminó ayer no indicó ningún cambio en los planes hacia la normalización monetaria a este lado del Atlántico. Con el único zarpazo de Jeffrey Lacker, presidente de la Fed de Richmond, el resto de los nueve miembros con derecho a voto optaron por mantener los tipos entre el 0 y el 0,25 por ciento. "El Comité espera que, con la política apropiada, la actividad económica se expandirá a un ritmo moderado", señalaron los altos funcionarios del banco central estadounidense, quienes reconocieron que siguen "monitorizando la evolución económica y financiera mundial". Un mensaje en el que no pasó desapercibido el traspiés del mercado laboral de septiembre, cuando la mayor economía del mundo generó 142.000 empleos. "El ritmo de creación de empleo se ha desacelerado y la tasa de desempleo se mantiene firme", indicó el documento al hacer referencia al nivel de paro estadounidense, que se sitúa en el 5,1 por ciento. Con la inflación sin repuntar y las expectativas estables, el mercado entendió del aséptico mensaje de Yellen que la subida de tipos se acerca. Prueba de ello fue la renta variable estadounidense, que registró ventas fugaces nada más conocerse la decisión del Comité. Sin embargo, el FedWatch de la Chicago Mercantile Exchange, que sigue en tiempo real las expectativas futuras sobre los cambios de política monetaria, registró un incremento de más de 10 puntos porcentuales, sobre la posibilidad de una subida en la reunión de diciembre. Si el martes sólo el 33,2 por ciento de los operadores consideraba un movimiento antes de que acabe el año, nada más publicarse el comunicado del FOMC, las expectativas subieron hasta el 46,5 por ciento. Cierto es que no existe una clara mayoría que se incline por una subida hasta el 27 de enero, sin embargo, la interpretación del telegrama de la Fed a pie de parqué atisbó al halcón que comienza a revolotear sobre el banco central. Otro síntoma que demostró que la subida de tipos se acerca fue el euro, que cayó un 1 por ciento al término del encuentro en Washington, tocando mínimos de la sesión y sitúandose en los 1,0910 dólares. Hay quien indica que los miembros del FOMC perdieron un momento idóneo para una subida en su reunión de septiembre. Es cierto que tendrán que lidiar con próximos datos macro que podrían plantear dudas -hoy conoceremos los datos de crecimiento del tercer trimestre-. Desde la Fed de Atlanta, su indicador GDP Now claudicó ayer y situó la expansión entre julio y septiembre en el 1,1 por ciento, tres décimas por encima de lo esperado el martes. Sin embargo, los funcionarios del Comité obtendrán dos datos de empleo, el de octubre y noviembre, y el de inflación, antes de decidirse si se tiran o no la piscina antes de finales de año. Pendientes de la próxima cita En su escrito de ayer, Yellen y sus chicos dejaron claro que su próxima reunión será clave a la hora de "asesorar el progreso, tanto el conseguido como el esperado" para alcanzar el pleno empleo y su objetivo de inflación del 2 por ciento. "Esta es una forma de forzar al mercado a descontar la posible realidad de una subida en diciembre", aclaró Aditya Bhave, economista de Deutsche Bank en Nueva York. Aunque todavía no existe una mayoría del mercado que considere que la Fed incrementará tipos en diciembre, Yellen podría preparar a los inversores para este hecho durante dos apariciones públicas previstas a comienzos de diciembre. La presidenta del banco central estadounidense hablará en el Marriott Marquis de la capital estadounidense el 2 de diciembre y un día después comparecerá ante el Comité Económico Conjunto del Congreso. De todas formas, bien sea antes de que termine el año o en el arranque de 2016, como aconsejan instituciones internacionales como el FMI y el Banco Mundial, los miembros del FOMC se encargaron de recalcar ayer que el próximo ciclo monetario será cauto y la manivela monetaria se moverá lentamente. "El Comité prevé actualmente que, incluso después de que el empleo y la inflación alcancen los niveles consistentes con el mandato del Comité, las condiciones económicas pueden, durante algún tiempo, justificar mantener la tasa sobre los fondos federales por debajo de los niveles que el Comité consideraría normales a largo plazo".