Nadie descubrirá la pólvora al afirmar que no estamos en el mejor momento del ciclo para las materias primas en su conjunto. Sin embargo, lo más peculiar es la absoluta falta de diferencia entre aquellos elementos más ligados al ciclo o menos, pues en ambos casos las caídas han sido fuertes, cuando no un desplome. El cierre del tercer trimestre del año es otra prueba de que los mercados no apuestan por este activo, pues a pesar del respiro de agosto, el peso de julio y septiembre han deprimido aún más los precios.