El Gobierno chino baja el valor de su moneda un 1,9% para combatir la desaceleración económicaLa decisión de Pekín golpea con fuerza a las bolsas de EEUU y Europa y beneficia a la deudaPrimero fue el desplome de la bolsa y ahora ha sido el sector exportador lo que ha llevado a Pekín a engordar la lista de medidas defensivas para intentar apuntalar la economía china. La madrugada entre el lunes y el martes, el Banco Popular de China devaluó su divisa en torno a un 1,9 por ciento para paliar la desaceleración de la segunda economía mundial. Prentende, además, disminuir la vinculación que existe entre el yuan y el dólar estadounidense. Además, el hecho de que a partir de ahora el país pueda exportar a precios más bajos, podría presionar a la baja la inflación del resto del mundo. Esta medida sin precedentes supone la mayor devaluación diaria del yuan desde 1994, lo que rompe con una racha de apreciaciones que arrancó en 2005. Tras llegar a caer un 1,9 por ciento contra el dólar, el renminbi chino rozó sus mínimos históricos, alcanzados en septiembre de 2012. Por su parte, en su cruce frente al euro llegó a perder un 2,4 por ciento. De esta manera, China da un paso hacia delante para hacer su divisa un poco más flexible, al tiempo que abre la puerta a un nuevo régimen cambiario. Pero los temores surgen ante la posibilidad de que se produzca una nueva guerra de divisas, es decir, que otros paises emergentes luchen por devaluar sus monedas en pro de la competitividad, como ya ocurrió con la crisis de las divisas de 2014. El anuncio se produce una semana después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pospusiera hasta 2016 la decisión de incluir al yuan dentro de su cesta de divisas, uno de los principales objetivos de las autoridades chinas. Efectos inmediatos Los efectos de esta maniobra, ya descontada por muchos, apenas se dejaron sentir en la bolsa china. El Shanghai Composite, su índice de referencia, cayó un nimio 0,03 por ciento, mientras que el CSI 300 retrocedió un 0,43 por ciento en la sesión. Mayor fue el impacto en los mercados financieros a nivel global. Las bolsas del Viejo Continente cerraron con caídas, la más pronunciada fue en el Dax alemán, al bajar un 2,68 por ciento; seguido del Cac 40 francés, que se desplomó un 1,86; el Ibex 35, que cedió un 1,41 por ciento; y el Dow Jones, que al cierre de la sesión en Europa se dejaba un 1,28 por ciento. Los sectores más perjudicados en Europa fueron el automovilístico y recursos básicos, que se desplomaron un 4 por ciento; seguido de consumo personal y químico, que descendieron un 2,3 por ciento. La sacudida también se dejó sentir en el mercado de renta fija, con compras del bono estadounidense a 10 años. La rentabilidad del T-Note descendió hasta el 2,12 por ciento (una bajada de rentabilidad implica una subida en el precio). Por su parte, el rendimiento del bund alemán bajó hasta el 0,63 por ciento; y la del español hasta el 1,93 por ciento. Anthony Doyle, director de invesiones del área de renta fija de M&G Investments, señala: "Es probable que cualquier intento de depreciar el yuan frente al dólar acarree un efecto ligeramente alcista para los bonos estadounidenses, lo que provocaría que los rendimientos fueran menores". No obstante, a menos que se vea una depreciación sostenida en las próximas semanas, "parece improbable que esta medida tenga un gran impacto en la demanda de bonos estadounidenses a corto plazo", añade el experto. El mercado de materias primas tembló ayer ante el temor de que China, el mayor importador de materias primas del mundo, reduzca el ritmo de compras. Así, se produjo una caída generalizada en las commodities. El Bloomberg Commoditie Index, la cesta de commodities que pondera Bloomberg cayó un 1,7 por ciento, su mayor descenso en un mes. El inesperado movimento de las autoridades chinas ha desatado los rumores sobre un posible cambio de planes en la subida de tipos por parte de la Fed. "La devaluación de China es mínima y no retrasará el inicio de las subidas, pero la fortaleza del dólar condicionará la senda de subidas y la hará más gradualistas", señala José Carlos Diez, profesor de Economía de la Universidad de Alcalá, que explica: "Una apreciación del 5 por ciento del dólar tiene los mismos efectos sobre el empleo y la inflación que una subida de tipos de 25 puntos básicos".