EEUU vive ya en las vísperas de la primera subida de los tipos de interés en casi una décadaEl 'billete verde' se ha apreciado un 21% en un año, lo que ha encarecido la factura financiera La sombra de la Reserva Federal (Fed) es muy alargada. Tanto, que cubre todo el mundo: hacia el oeste por el Pacífico y Japón hasta China; y por el este, desde el Atlántico a Asia Menor y África. Todo el mundo está bajo el efecto de las decisiones de política monetaria de los señores del dinero de Washington, pero más lo están los emergentes, con unos mercados financieros menos desarrollados y unas economías susceptibles a los vaivenes del dólar. La Fed se reúne la próxima semana, pero lo más probable es que posponga la subida de tipos a la vuelta del verano. Los expertos se decantan por septiembre, pero podría ser octubre o diciembre (los meses en los que hay encuentro) y el mercado ha empezado a descontar este nuevo escenario. Será la primera vez en casi una década que se endurezca la política monetaria de la mayor economía del mundo, por lo que los efectos son impredecibles. Lo que sí se conoce es que cada vez que se ha aproximado la subida del precio del dinero en EEUU, el mercado mundial ha entrado en una fase de incertidumbre, con volatilidad en los bonos y subida del dólar. Estos dos son los eventos que más perjudicarán a los países emergentes, con sus economías ya bastante castigadas por la desaceleración de China y la depreciación de las materias primas. De hecho, el crecimiento de los países emergentes es una de las grandes incertidumbres de la economía global. Una factura abultada El escenario se antoja complicado: por una parte, sus divisas se deprecian, lo que deteriora rápidamente su balanza comercial; por la otra, la deuda denominada en dólares aumenta la carga financiera. La factura es abultada: 490.000 millones de dólares (unos 460.000 millones de euros), según los datos recogidos por Bloomberg. El índice dólar, que recoge la cotización del billete verde frente a las principales divisas del mundo, ha subido en el último año un 21 por ciento. Empleando este indicador como medida general, supone que, en términos de moneda local, la deuda en dólares ha subido también un 21 por ciento. Refinanciar esta deuda también se ha convertido en un problema para los países emergentes. En primer lugar, porque los tipos de interés del dólar aumentan y los inversores no se conformarán con menos que una subida que mantenga el diferencial extra que pagan los emergentes. En segundo lugar, porque si prefieren refinanciar sus vencimientos con bonos en divisa local, tienen el problema de que el mercado obliga al país a ofrecer un interés mayor para compensar la depreciación que sufren sus activos por la caída de la moneda. Entonces, si los riesgos son tan altos, ¿por qué emiten en dólares? Porque el interés que exige el mercado es menor: se financian más barato pero asumiendo el riesgo de que su divisa se deprecie en cualquier momento. La deuda externa Por si el problema de la deuda externa no hubiese generado suficientes problemas en Buenos Aires, la apreciación del billete verde y la próxima subida de tipos de la Fed vuelven a apretar las tuercas. Argentina es el emergente con mayor carga de deuda en dólares, con un saldo vivo de casi 100.000 millones, según los datos recopilados por Bloomberg, en total, casi el 20 por ciento de su PIB de 2014. En el último año y medio, el dólar se ha apreciado más de un 40 por ciento contra el peso argentino. ¿Qué impacto tiene sobre su deuda en dólares? En términos de moneda local, la deuda en dólares ascendía a 640.000 millones de pesos y actualmente casi llega a 900.000 millones de pesos. Un 40 por ciento más que se produce sólo por la apreciación de la divisa. México es otro buen ejemplo que ilustra el momento que están viviendo estos países. Se trata del quinto emergente por saldo vivo de bonos en dólares, con más de 40.000 millones. El país se encuentra con el problema de que su divisa, el peso mexicano, cotiza en mínimos históricos. Al inicio del año, comprar un dólar costaba 14,7 pesos, hoy cuesta más de 16, esto es un 9 por ciento más que encarece su deuda en esta misma cantidad. Por detrás de Argentina se sitúan Indonesia y Rusia, con más de 70.000 millones de deuda en dólares cada uno. Para el país del Pacífico, este montante supone casi un 9 por ciento de su PIB. Teniendo en cuenta que el dólar se ha apreciado un 16 por ciento contra su divisa en el último año, el resultado es que el volumen de su pasivo, en términos de moneda local, ha aumentado en casi 1,5 puntos del PIB.