Afirma que existen unos 100 millones de barriles en reservas bajo tierra en EEUU¡Que tiemble el mercado del crudo! Los augurios de los analistas de Goldman Sachs vuelven a derrumbar el optimismo acumulado en los últimos meses en lo que a los precios del oro negro se refiere. En un informe rubricado por Damien Courvalin y Jeffrey Currie, la entidad sitúa el barril de West Texas en los 45 dólares allá por el mes de octubre. Un presagio que a comienzos de año, en un movimiento similar, provocó un desplome que situó al barril de West Texas y de Brent en mínimos de los últimos seis años. Dicho esto, los expertos del banco, con sede en el 200 de West Street en la Gran Manzana, reconocen que sus proyecciones anteriores no han terminado de materializarse. De hecho, tras la espantada de enero, justo cuando Goldman dejó helado al mercado con sus previsiones, y salvo algún traspié en marzo, los precios se han estabilizado hasta tocar máximos de diciembre. "Pese a esta percepción de que los fundamentos han mejorado, creemos que los desequilibrios globales siguen sin resolverse", avisaban los analistas. En este sentido, señalan que aunque los productores han sido rápidos en su respuesta al contexto actual, la moderación en su producción no es suficiente. Al mismo tiempo, países como Arabia Saudí, Irak y Rusia continúan incrementando sensiblemente su bombeo de crudo mientras el acceso a los mercados para obtener financiación muestra ciertas mejoras. Sin embargo, las presiones que desde verano asedian a la industria no han sido suficientes para reducir el exceso de oferta. Los analistas de Goldman consideran que el reciente rally puede ser contraproducente y poner aún más trabas al reequilibrio dentro del mercado del crudo. Un hecho que queda demostrado con que el número de posiciones largas de los especuladores sea similar a cuando el barril de oro negro operaba en los 100 dólares el verano pasado. Los espejismos y el efecto dominó que llegará en los próximos meses van de la mano y es que el cierre de pozos en EEUU no garantiza un debilitamiento en la producción. Para Goldman, en 2016 ésta seguirá al alza y los inventarios continuarán agolpándose. Con los precios del WTI en 60 dólares, los productores de EEUU vuelven a confiarse, dado que los costes se han abaratado alrededor de un 20 por ciento. Bajo este contexto muchos de los pozos perforados, pero incompletos podrían reabrirse llegando a sumar hasta 250.000 barriles diarios al mercado. Según Goldman, existen alrededor de 100 millones de barriles acumulados en las reservas bajo tierra de EEUU que no pueden permanecer almacenados indefinidamente y que volverán al mercado en algún momento. Mientras tanto, la emisión de deuda de alta rentabilidad relacionada con el sector vuelve a suponer un 20 por ciento del total registrado en EEUU. Antes estas circunstancias, Courvalin y Currie son claros: los precios del crudo tendrán que caer de nuevo. De ahí que tilden el reciente rally en los precios como "prematuro". Es por ello que sitúan al West Texas en los 45 dólares en octubre. Sus proyecciones a 12 meses colocan al barril estadounidense en los 55 dólares pero advierten que en el primer trimestre de 2016, el coste rondará los 53 dólares. La verdadera recuperación se materializará durante el año que viene, cuando se terminará el ejercicio con el barril en los 60 dólares. La brecha entre el WTI y el Brent es de 6 dólares por barril en 2015 y de 5 dólares el próximo año. A medio plazo, dado el impacto del fracking y las tecnologías relacionadas con el esquisto, que en estos momentos se encuentran en sus primeras fases de explotación, el crudo estadounidense abaratará su coste durante la fase de explotación de estas innovaciones. Goldman espera que el WTI se estanque en los 60 dólares el barrill durante 2017-2018, frente a los 65 dólares previamente estimados y tocará los 50 dólares en 2020. El Brent, por su parte, será cinco dólares más caro que su homólogo norteamericano.