El presidente de la inmobiliaria, Joaquín Rivero, y uno de sus principales aliados, Bautista Soler, han ganado un importante asalto del combate que mantienen con el grupo Cresa -de la familia Sanahuja- para hacerse con una jugosa participación en Metrovacesa.Los títulos de la inmobiliaria fueron suspendidos de cotización por la CNMV mientras su consejo respondía a la nueva oferta del grupo Cresa, de 90 euros por acción sobre el 26 por ciento del capital de Metrovacesa -frente a los 78,1 euros que ofrecía inicialmente por el 20 por ciento del capital social-.Cuando retomaron su actividad, después de que se hiciera oficial la negativa del regulador del mercado a la oferta mejorada, las acciones de la inmobiliaria tuvieron un leve repunte, pero cerraron con una caída del 0,69 por ciento.En estos momentos, los Rivero tienen un panorama más favorable, ya que su oferta, de 80 euros por título resulta más atractiva para los inversores que los 78,1 euros del grupo Cresa. Sin embargo, puesto que ambas opas son parciales, sería posible su coexistencia. Los Sanahuja han decidido que no van a rendirse a pesar de este revés. Están seguros de que muchos inversores consideran atractiva su oferta, y calculan que podrían llegar a controlar el 44 por ciento de la compañía -frente al 24,29 por ciento que ya tienen-. Rivero, por su parte, podría hacerse con el 38,28 por ciento del capital, al que se sumaría el 11 por ciento en manos de las cajas de ahorro, que ya han manifestado su intención de vender su participación al presidente.Sin embargo, si ambas opas prosperan, Metrovacesa podría tener graves problemas de liquidez, ya que el free float (capital que circula libremente en bolsa) quedaría reducido a aproximadamente el 10 por ciento.