Deteriora su calificación un escalón, hasta 'A', con perspectiva estableLa deuda pública de Japón superó el 227 por ciento de su PIB al cierre de 2014. Unas cifras que para cualquier otro país significarían tener una calificación crediticia mucho peor de la que tiene Japón, pero que, en su caso, no impiden que tenga un sobresaliente gracias a sus condiciones particulares de ahorro privado. Sin embargo, las agencias de rating están incómodas con el endeudamiento tan elevado del país y su falta de reformas para ajustar el déficit público. Fitch recortó ayer su rating un escalón, desde A+ hasta A, con perspectiva estable, la peor nota que ha tenido el país en su historia. De esta forma, la agencia reprocha al Gobierno de Shinzo Abe la decisión de posponer sin fecha la siguiente subida del impuesto al consumo (una figura similar al IVA europeo). Japón ya subió este impuesto hace un año, del 5 hasta el 8 por ciento, y su intención entonces era volver a incrementarlo en 2015. Sin embargo, sus planes cambiaron después de que el país entrara en recesión en la segunda mitad de 2014, provocada principalmente por el aumento del impuesto. Este es un tributo que tradicionalmente ha golpeado mucho a la economía nipona. La anterior subida fue en 1998 y también provocó una recesión en el país. Por este motivo, el Ejecutivo decidió retrasar el siguiente incremento. Abe anunció en noviembre que posponía esta subida (que sería del 8 hasta el 10 por ciento) sin una fecha predeterminada. Una decisión encaminada a sacar al país de la crisis económica y a asegurarse la victoria en las elecciones anticipadas que convocó para el 14 de diciembre. Fitch también justificó su recorte del rating en la ausencia de un listado de recortes del gasto público que permitan al país cuadrar su déficit público por la vía del gasto. "El Gobierno japonés no incluye suficientes reformas estructurales en su Presupuesto para el año fiscal", explicó la agencia.