Sube un 30% en 2015 y recibe la mejor recomendación del mercado continuoCuatro años. Ese es el tiempo que ha tardado Meliá en recuperar el consejo de compra. Un largo destierro del circuito de las elegidas por el consenso de mercado marcado por el fuerte posicionamiento de inversores bajistas en el valor, elevadas cifras de apalancamiento y la debilidad del turismo en los años más oscuros de la crisis. Una historia que comenzó a reescribirse el pasado 27 de noviembre, cuando la hotelera volvió a recibir la confianza de las firmas de análisis. Un respaldo que llegaba precedido de una suerte de fortalezas que han ido ganando peso con el paso de las semanas hasta el punto de situar a Meliá como el mejor consejo de compra de la bolsa española justo antes del gran primer test para el sector hotelero: la Semana Santa. El incremento constante de turistas que visitan España vivido en los últimos meses puede considerarse la punta de lanza de la recuperación de la compañía. "Con el turismo en máximos la división española de Meliá sale muy favorecida" -ésta supone un 50 por ciento del negocio del grupo-, comenta la analista Sonia Ruiz de Garibay, de Beka Finance. Una cifra que adelanta la siguiente clave que está detrás de la sólida recomendación que las firmas de análisis emiten sobre Meliá: la internacionalización de su negocio. Solo en lo que va de 2015, ha puesto en marcha hoteles en Doha, París o Milán. En total, cuenta con más de 14.000 habitaciones en todo el mundo, teniendo especial relevancia su división americana -37,5 por ciento de sus ingresos-, donde al facturar en dólares, Ruiz de Garibay explica que "la fortaleza del billete verde afecta de forma positiva en sus resultados". También al otro lado del charco, la analista de Beka Finance resalta que Meliá se verá "beneficiada de la apertura comercial entre Estados Unidos y Cuba", isla donde gestiona 27 hoteles. De hecho, sus títulos repuntaron un 6,4 por ciento en tan solo tres sesiones después de que ambos países retomaran las negociaciones en enero. El grupo había visto descender sus beneficios desde 2010 hasta cerrar 2013 con pérdidas mientras su deuda neta crecía por encima de los 1.000 millones de euros. 2014 ha confirmado la recuperación de su negocio. El grupo conseguía volver a obtener beneficios: 31 millones. Una cifra que se estima que se duplique en 2015 y que siga creciendo hasta los 118 millones en 2017, un 37 por ciento aún por debajo del beneficio histórico que logró en 2007. Pese a volver a beneficios, Meliá se sigue mostrando cara por PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) al cotizar a 40 veces de media. Sin embargo, las firmas de inversión destacan el esfuerzo que el grupo está realizando para reducir su apalancamiento. Ahorro Corporación advierte que la rebaja de su deuda en 2014 (en 170 millones de euros) responde "al vencimiento del bono convertible que emitió en 2009", mientras que, por su parte, Natixis confía en que operaciones como la venta a Starwood Capital de siete hoteles por 170 millones, podrían dejar corto el objetivo establecido por la propia compañía de reducir su pasivo otros 200 millones en 2015. Un desapalancamiento al que Ruiz de Garibay añade un rebaja del coste financiero "gracias a las refinanciaciones". Fortalezas que el mercado ha trasladado al parqué, donde Meliá ha logrado revalorizarse un 30 por ciento en el primer trimestre de 2015 sin que aún haya agotado el recorrido alcista que el consenso considera que muestra hasta los 11,64 euros en los que sitúa su precio objetivo. Lo que no significa que el grupo esté exento de riesgos. Los más relevantes pasan por la devaluación del bolívar en Venezuela, donde tiene 600 habitaciones, pero sobre todo por otro bono convertible vigente hasta 2018.