En EEUU y Europa la deuda a corto plazo da casi tantos intereses o más que los bonos a diez añosLas seis últimas recesiones de Estados Unidos han estado anticipadas por esta misma situaciónmadrid. Los conductores no son los únicos que se encuentran curvas peligrosas en su camino. También están expuestas a ellas los inversores, así como todas aquellas personas que sigan o tengan intereses en los mercados financieros. Sin embargo, para este segundo grupo las amenazas no están en las carreteras, sino en las pendientes que dibujan las rentabilidades de la deuda pública. En este mercado, la línea que une los rendimientos de los distintos títulos -las letras a tres, seis, doce y dieciocho meses, y los bonos a dos, cinco, diez o más años- recibe el nombre de curva de rentabilidades. Lo habitual es que ésta describa una pendiente ascendente -o positiva-, ya que normalmente los títulos a un plazo más largo abonan unos intereses mayores. Esta rentabilidad adicional es el precio que reciben los inversores por prestar su dinero durante más tiempo y estar expuestos por ello a mayores riesgos, de ahí que la curva suela ser más alta conforme mayor es la vida del título en cuestión. Sin embargo, hay momentos en los que este proceso se altera. Ocasionalmente, el rendimiento de las letras o los bonos a corto plazo iguala o supera al de sus hermanos mayores. Cuando se equipara, los expertos se refieren a un aplanamiento de la curva; y cuando va más allá y la rentabilidad a corto plazo rebasa los rendimientos de los bonos más largos, hablan de curva invertida, ya que ésta deja de tener pendiente ascendente y pasa a dibujar otra descendente -o negativa-. ¿Anticipa una recesión?Esto es, precisamente, lo que está pasando ahora en la deuda pública de Estados Unidos y Europa. En el primer caso, la curva lleva plana o invertida desde finales de 2005, pero en los países europeos ha comenzado a ocurrir en los últimos meses. Así, hace un año los bonos españoles a una década ofrecían 96 puntos básicos -100 puntos equivalen a un punto porcentual- más que los bonos a dos años, por lo que la curva tenía una pendiente alcista en la parte final. Ahora, en cambio, esa diferencia apenas alcanza los 22 puntos, de ahí que el aplanamiento sea evidente -ver gráficos-. Y si esto es peligroso para los inversores se debe a que "el aplanamiento o la inversión de la curva se suele tomar como un indicador adelantado de recesión", tal como señala Virginia Romero, experta en renta fija de Ahorro Corporación. De hecho, la Reserva Federal de Nueva York ha publicado recientemente en su revista Current Issues in Economics and Finance un artículo, titulado La curva invertida como indicador adelantado: algunas cuestiones prácticas, en el que los investigadores Arturo Estrella y Mary R. Trubin comienzan diciendo que "antes de cada una de las seis últimas recesiones [en EEUU], los intereses a corto plazo se han situado por encima de los intereses a largo plazo, revirtiendo la tendencia habitual y produciendo lo que los economistas llaman curva invertida". Es decir, justo lo que está ocurriendo en estos momentos. Y es esta realidad, combinada con aquellos precedentes, la que asusta al mercado. Sobre todo, porque Estrella y Trubin sí otorgan autoridad a la curva invertida como herramienta de predicción. Es más, en su artículo precisan que la probabilidad de que la economía norteamericana sufra una recesión dentro de un año es del 27 por ciento. ¡Y todo por la curva invertida!ArgumentosSi esto es así se debe a que, en efecto, lo que refleja sobre todo una curva plana o invertida es un empeoramiento de las expectativas económicas. Todo empieza cuando el mercado empieza a vislumbrar que, en el futuro, los bancos centrales deberán bajar los intereses oficiales para subsanar el debilitamiento que sufrirá la economía. Ante esta perspectiva, los inversores se apresuran a comprar bonos a largo plazo para capturar las rentabilidades actuales, ya que éstas bajarán cuando los tipos se reduzcan en el futuro. Son esas adquisiciones las que provocan -además de alegría en los partícipes de fondos de renta fija- que la curva pierda pendiente, puesto que en los mercados de deuda el rendimiento cae cuando el precio de los bonos aumenta. Entre los expertos, sin embargo, tampoco cunde un pesimismo exagerado. "El mercado está descontando una desaceleración. Falta por saber su profundidad, pero creemos que será suave", señala Silvia García-Castaño, de Exane BNP Paribas. "Esta vez no creo que anticipe una recesión. Más bien se trata de un fenómeno global, que en los últimos meses se ha debido en parte a compras especulativas, no a otros motivos de fondo", afirma Arlo Carrió, de Sabadell Banca Privada.