Los 'scrip dividend' inyectan una capitalización superior a 44.300 millones de euros desde 2009Solo Banco Santander ha emitido títulos por 21.600 millones, un 24% de lo que vale la entidadLa capitalización del Ibex 35 se sitúa a menos de un 10 por ciento de los máximos históricos de 2007. ¿Cómo es posible si aún lo aleja casi un 50 por ciento de aquellos 16.000 puntos a los que se acercó antes del estallido de las crisis de las hipotecas subprime? El valor de las empresas del índice está cerca de reconquistar su punto más alto gracias a que, aunque los precios de antaño no se han recuperado, hay más acciones en circulación, buena parte por el pago en papelitos. La capitalización del Ibex ha crecido hasta superar los 508.000 millones (el máximo es 558.000 millones) ante la avalancha de nuevos títulos procedentes de grandes ampliaciones de capital, como las llevadas a cabo por la banca. Pero no se pueden menospreciar los continuos aumentos para retribuir a los accionistas con la fórmula conocida como scrip dividend. Las empresas del Ibex suman 75 ampliaciones de capital en los más de cinco años que llevan empleando esta política de remuneración. En total, estas compañías han inyectado acciones por valor de 44.338 millones de euros, lo que representa un 8,7 por ciento de la capitalización actual del índice español. La cifra es muy similar si se incluyen otras compañías de fuera del Ibex, ya que en ese caso ronda los 44.560 millones. El papel del sector financiero Detrás de estas inyecciones se encuentran sobre todo las grandes compañías. Prácticamente la mitad del capital que ha entrado a la bolsa española a través del scrip dividend corresponde a acciones de Banco Santander. La entidad ha lanzado 3.446 millones de títulos desde noviembre de 2009 en 17 ampliaciones para retribuir a sus accionistas. Todo estos papelitos tienen hoy un valor de 21.000 millones. Las cifras dan vértigo. Sobre todo si se tiene en cuenta que la capitalización del banco presidido por Ana Botín alcanza los 88.680 millones de euros. Es decir, que casi una cuarta parte de su valor actual es fruto del scrip dividend. Todos estos datos son al margen de otras ampliaciones de capital acometidas por la entidad, por ejemplo, para canjear deuda o la última de 7.500 millones con la que se quiso seguir fortaleciendo el capital de forma que permita al banco retomar el crecimiento. El resto del sector financiero también ha contribuido mucho a esta enorme entrada de dinero. Los pagos en acciones de BBVA han aportado más de 5.300 millones de euros -esto equivale a un 10 por ciento de su capitalización actual- y las acciones nuevas de CaixaBank suponen cerca de 3.300 millones -un 14,5 por ciento del valor en bolsa de la entidad-. Los nuevo títulos de Banco Popular han inyectado 932 millones, mientras los de Bankiner solo 22,7 millones (ver gráfico). Por su parte, Banco Sabadell no había recurrido hasta ahora al scrip dividend para remunerar, pero hace solo unas semanas sorprendió anunciando que lo incluirá en su política de retribución. Algo que va a contracorriente de lo que está ocurriendo en el resto del sector, que empieza a retirar paulatinamente los pagos en acciones. Precisamente ayer CaixaBank anunció que el último de sus cuatro pagos con cargo a 2014 lo repartirá en efectivo; será el primero completamente en metálico desde marzo de 2012. No solo para recapitalizar La banca ha empleado el scrip dividend como una de las fórmulas encubiertas para capitalizarse en un momento en el que Bruselas exigía mayores ratios al sector. Pero esta práctica también les ha permitido, al igual que a otras empresas no financieras, mantener el dividendo sin recortes y sin que la retribución implicase una salida de caja. Que se lo digan a compañías como Iberdrola o Repsol. La eléctrica ha utilizado el scrip en diez ocasiones, lanzando 1.640 millones de acciones nuevas que hoy valen unos 6.245 millones de euros. En el caso de la petrolera, la inyección de capital a la bolsa española es de 2.595 millones. Y aunque Telefónica no ha abusado tanto de esta fórmula, lo cierto es que cada vez que amplía el capital para remunerar implica una llegada de dinero importante para el Ibex. Solo con dos pagos, la teleco ha emitido acciones por valor de 2.330 millones de euros -ver página 19-. La única de estas tres empresas que pone remedio es Iberdrola, al recomprar y amortizar acciones. Así reduce el capital y mejora, por tanto, el beneficio por acción, con lo que palia parte del efecto dilutivo que sufren los accionistas que cobran en efectivo. De momento, ha amortizado un 27 por ciento de los títulos que ha emitido. Existen más compañías que intentan compensar el efecto negativo con reducciones de capital como ACS o Ferrovial. Entre todas han amortizado títulos por valor de 2.393 millones de euros (ver gráfico). Hay otro factor. Habría que añadir otras ampliaciones de capital para remunerar, como las liberadas de empresas como Abertis, que no son scrip porque no se da opción a los accionistas a cobrar en efectivo y todos reciben acciones.