César Alierta, presidente de Telefónica, repitió ayer el discurso que pronunció en mayo en su tradicional reunión anual con inversores, pero no consiguió en esta ocasión animar la cotización de la compañía. Alierta recalcó que las compras se habían terminado, que el tamaño de la compañía era el adecuado tras la adquisición de la operadora de móviles británica.En mayo, el mercado había reaccionado impulsando a la compañía en bolsa- a lo largo de los días en que se produjo la reunión con analistas e inversores Telefónica avanzó un 5,41 por ciento-, pero ahora le ha fallado la estrategia. En la cotización del segundo valor más importante del mercado español pesó ayer más que UBS decidiera rebajar el que calcula que es el precio ideal de la teleco en algo menos de un euro. Sus acciones fueron las cuartas más castigadas del Ibex, al caer un 0,22 por ciento.El banco suizo piensa que Telefónica cuenta con capacidad para subir en bolsa hasta los 13,75 euros -un 2,53 por ciento respecto a su precio de cierre ayer-. Hasta la revisión, opinaba que su potencial alcista era más amplio, porque calculaba que podía avanzar hasta los 13,44 euros.UBS justifica su rebaja de valoración en una de las decisiones de la CMT (Comisión Nacional de la Energía): obligar a las compañías a rebajar la tarifa de "terminación de llamada" -lo que se cobra una operadora a otra por permitir que, por ejemplo, un cliente de Movistar reciba un llamada de uno de Vodafone, o viceversa-. En 2008, obligatoriamente tendrá que ser de seis céntimos, cuando ahora es aproximadamente de 12-cada operadora, por el momento, fija el que quiere. Los expertos de UBS calculan que, con la nueva norma, un 2 por ciento de los ingresos de Telefónica en España están en juego.