La espiral bajista en la que se encuentra el petróleo está empezando a sacudir el precio del gas natural licuado, una fuente esencial de energía en Asia oriental y una alternativa a los suministros de gas ruso en Europa. En las negociaciones de varias compañías de Japón, Corea del Sur y China con los distribuidores de GNL de cara al año que viene están barajando la posibilidad de rebajar los precios en más del 10 por ciento. Una reducción de ese monto tendría importantes beneficios para la economía asiática.