A pesar del enfrentamiento en el Consejo de Gobierno, dividido ente palomas y halcones, el BCE lanzó un mensaje cristalino al recortar nuevamente los tipos diez décimas, hasta el 0,05 por ciento, y penalizar aún más la facilidad de depósito, ahora en el -0,20 por ciento. Pero sin duda alguna, la gran bomba fue el QE. Se esperaban declaraciones en ese sentido, y Mario Draghi confirmó que habrá compra de ABS. Haremos fabulaciones de todo tipo, aunque hasta octubre no conoceremos los detalles.