No caía tanto en una sesión desde hace once meses y toca mínimos desde julio de 2013 Acción: el BCE ha desenfundado sus armas, nuevo mínimo para el precio del dinero en el 0,05 por ciento en la zona euro, facilidad de depósito en el -0,2 por ciento y el inicio del programa de compra de activos en octubre. Reacción: el euro ha vuelto a mínimos de julio de 2013. Mario Draghi, presidente del BCE, quiere alejar definitivamente el peligro de deflación de la eurozona. Ya lo avisó hace meses, destacando además que la fortaleza del euro en sus cruces con otras divisas era un factor importante que, aunque secundarios, tenía sus efectos en la inflación. De esta forma, el presidente del BCE trata de presionar al euro a la baja, y parece que lo está logrando: como se puede apreciar en el gráfico, desde los máximos del año que marcó el euro/dólar en los 1,393 el pasado 18 de marzo, el cruce ha retrocedido cerca de un 7 por ciento hasta llegar a perder hoy los 1,30 dólares (establece el mínimo de la sesión en los 1,292). El descenso que experimentó el euro/dólar fue el mayor que se veía en una sola sesión desde octubre del año pasado, y si el cruce continúa por este camino todo parece indicar que pronto podría atacar el soporte clave que mantiene en los 1,28 dólares -ver gráfico-. La moneda única todavía no se ha aproximado a este nivel en lo que va de año, pero tras la decisión del BCE parece decidida a ponerlo a prueba. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que "el euro continúa inmerso en su tendencia bajista. La sobreventa no ha sido capaz de generar un rebote y, ahora, perdidos los 1,3 dólares, no hay soportes hasta los 1,28. Este soporte en tendencia supone un ajuste de 2/3 partes de las subidas que se iniciaron en los 1,2 dólares". En 2013, la divisa europea cerró hasta en dos ocasiones por debajo de este nivel, pero no logró aguantar mucho tiempo bajo esa cota. Suponiendo que la presión vendedora arrastrase definitivamente al euro por debajo de los 1,28 dólares, el siguiente nivel a vigilar podría encontrarse en torno a los 1,2 dólares, mínimos de 2012, desde donde se iniciaron la subidas en julio de ese mismo año. Al margen del cruce que mantiene con el billete verde, una fotografía más amplia muestra cómo la divisa europea ha perdido peso en todos los cruces que mantiene con las monedas más líquidas del planeta en lo que va de año, a excepción de la corona sueca.