El nuevo impulso de la materia prima frenó ayer el ímpetu con el que habían amanecido las bolsasLas petroleras han estado entre los mejores sectores en la semana, con una subida del 0,6%madrid. Los años no pasan por esta materia prima, a pesar de su aspecto viscoso. Este domingo se cumplen 147 agostos de la primera extracción de crudo con fines comerciales y el preciado líquido está en uno de los mejores momentos de su historia. Ayer llegó a superar de nuevo los 74 dólares y se acercó a la cifra psicológica de los 75 dólares, muy cerca del máximo histórico de 78,6 por barril marcado a principios de este mes.Y aún conserva algo de su capacidad de infundir temor sobre los parqués. El rebote de ayer enfrió los ánimos con los que habían despertado las bolsas, que había llevado al Ibex 35, el índice de referencia del mercado español, a rozar los 12.100 puntos.Sin embargo, ya no es lo que era. Antes, cuando subía el crudo, las bolsas se venían abajo presas del efecto que podría tener sobre la inflación, en primera instancia, y sobre el crecimiento económico, como consecuencia. Sin embargo, ahora ya no es así. A pesar de que el precio del petróleo se encuentra en zona de máximos históricos en términos nominales -sin contar el efecto de la inflación-, las bolsas están en los niveles más altos del año e incluso algunas, como las de mercados emergentes o la española, están muy cerca de su récord histórico. Ayer fueron varios los factores que se alinearon para que diera un nuevo salto. Por un lado, la caída en la actividad en el campo petrolífero de la firma británica BP en la Bahía de Prudhoe, el mayor pozo de Estados Unidos, con cerca del 8 por ciento de la producción del país. La compañía ha bajado su ritmo hasta 110.000 barriles al día, después de recortarla en 90.000. Es el segundo corte en menos de un mes, debido a la rotura de un compresor de gas. Cuando esta planta trabaja a pleno rendimiento produce 400.000 barriles diarios, según la agencia Reuters.Inestabilidad geopolíticaTampoco ha ayudado a calmar el mercado, por la inestabilidad que produce, el secuestro de tres trabajadores del gigante italiano ENI -es la vigesimoséptima compañía italiana del mundo por capitalización- en Nigeria. Más concretamente en Port Harcourt, el centro petrolero del país.También ha sido un foco de incertidumbre esta semana Oriente Medio. No sólo por el frágil alto el fuego en el Líbano, sino también por las tensiones en Irán, cuyas autoridades sólo admitieron desarrollar "serias negociaciones" sobre su programa nuclear, como respuesta a las advertencias de la ONU para que lo paralizara.Pero la gran novedad de las últimas horas han sido los temores respecto a los huracanes. Aunque hasta ahora no se han registrado graves fenómenos en la temporada que se inició el 1 de junio y que se extenderá hasta el 30 de noviembre, los especialistas del Centro Nacional de Huracanes en EEUU están siguiendo con atención a Debbie y a Ernesto. La primera es ya una tormenta tropical confirmada -aunque está lejos de las instalaciones petroleras del Golfo de México- mientras que la segunda aún no, pero podría serlo en las próximas horas.Tras todos estos acontecimientos, el petróleo terminó ayer cerca de 73,2 dólares, casi un 1,2 por ciento por encima del precio al que cerró la semana precedente. Las petroleras aprovecharon esta evolución y en la semana lograron ganancias. El índice sectorial de petroleras fue el cuarto mejor del paneuropeo Stoxx 600 en la semana, con una subida del 0,6 por ciento.Rusia asume el mando El 147º aniversario del petróleo tendrá este año una novedad en cuanto a la estructura del mercado relativa al tan valorado como viscoso fluido. Según las estadísticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), las compañías rusas están extrayendo desmás petróleo que las saudíes. En julio de este año, Rusia extrajo 9,6 millones de barriles diarios, 46.000 mientras que Arabia Saudí, hasta ahora la mayor potencia se quedó tan sólo en 9,16 millones de barriles al día. La renacionalización y modernización de sus petroleras ha permitido a Rusia mejorar la eficiencia de sus yacimientos y ponerse en primera línea mundial en la producción de crudo. Junto a esto, las limitaciones que la OPEP pone a sus socios -el cártel decide cuánto producir para controlar los precios- contribuyen a esta situación.Un mundo en constante cambio... y lo que queda. Como cuanto más petróleo se consume, menos queda, este recurso natural podría dar paso en las próximas décadas a las energías alternativas.