madrid. Doble ración de política monetaria, aunque no se esperan sorpresas. El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra se reúnen este jueves para tomar una decisión en torno a los tipos de interés. Una cita en la que se descubrirá si la embestida de la inflación repercute en que la institución monetaria europea modifique el precio del dinero; algo que de producirse, supondría el primer mo- vimiento desde junio de 2007. Desde entonces, la política del BCE ha sido mantener los tipos al 4 por ciento, pese a la amenaza que la crisis de crédito instauró en el entorno financiero, pero lo cierto es que el mercado espera que en la reunión del jueves los mantenga estancados en ese nivel. Además, los últimos datos económicos publicados muestran que el crecimiento económico de Alemania no se ha debilitado tanto como se esperaba, por lo que la decisión de no modificar los tipos cobra más sentido. Pero si bien el mercado no espera sorpresas en ese sentido, sí estará atento a las palabras del presidente del BCE, Jean Claude Trichet. Y es que en la medida en que mantenga un discurso inflacionista, el mercado tendría la expectativa de una subida de los tipos de interés en el futuro. Ésto podría reavivar el comportamiento del euro la próxima semana, después de que perdiese fuelle frente al dólar en las últimas cinco sesiones. De hecho, la moneda única se depreció frente al billete verde un 1,53 por ciento la pasada semana, algo que propició que el precio del petróleo relajase su ascenso. Así, el del barril Brent, de referencia en Europa, cayó un 2,9 por ciento, mientras el precio del crudo norteamericano West Texas Intermediate cedió un 3,8 por ciento.