Si el euro pudiese trasladar a palabras su evolución respecto al dólar, la subida de lo que llevamos de semana transmitiría que la Reserva Federal no va a seguir subiendo los tipos. Habitualmente una subida por parte del organismo presidido por Ben Bernanke fortalece al dólar sobre el euro. Mientras que si es el Banco Central Europeo el que eleva los tipos de interés el segundo gana valor sobre el primero. Y es que a pesar de que durante la reunión celebrada la semana pasada -en ella la Reserva Federal dejó los tipos como estaban, en 5,25 puntos- no cerró las puertas a nuevas subidas, los datos macroeconómicos presentados a lo largo de los últimos días han dado confianza a la divisa europea. La mayoría de los indicadores que se han conocido transmiten un mensaje tranquilizador y, por lo tanto, de estabilidad para los tipos de interés. Durante los últimos días los encargados de impulsar al euro han sido tres datos norteamericanos: el índice de precios de producción, por debajo de lo previsto; el IPC, que fortaleció a la divisa europea al estar en línea con lo previsto; y la producción industrial de julio, que creció una décima menos de lo esperada atajando así el temor inflacionista. Así, la divisa europea se ha revalorizado más de un 1 por ciento, hasta 1,285 dólares, en lo que llevamos de semana, y lo hace ya casi un 9 por ciento desde que comenzó el presente ejercicio.Si siguen acompañando los datos macroeconómicos, el euro podría seguir ganando terreno sobre el dólar e incluso atacar la histórica cifra de 1,30 dólares -sólo superada a finales de 2004 y principios de 2005-, con la que coquetea desde comienzos de mayo.