La Reserva Federal baraja rebajar su umbral de paro e incluso subir 'el precio del dinero' antes de tiempoLa última reunión de política monetaria presidida por Ben Bernanke tuvo mucha chicha, ya que abrió la caja de los truenos en lo que al dinero barato se refiere. Los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) comenzaron a sopesar cambios en su objetivo de paro. Recapitulemos. Hasta ahora, el banco central estadounidense había calmado al mercado afirmando que no subiría los tipos a corto siempre y cuando la tasa de paro cayera por debajo del 6,5 por ciento y la inflación se mantuviera a raya en el 2,5 por ciento. Sin embargo, dado que en enero la tasa oficial de desempleo a este lado del Atlántico alcanzó el 6,6 por ciento, los altos funcionarios de la Fed ya comenzaron a barajar cambios en lo que se conoce como su forward guidance, véase sus referencias para avisar al mercado de posibles cambios en lo que a política monetaria se refiere. "Los participantes acordaron que, con la tasa de paro alcanzando el 6,5 por ciento, sería apropiado por el Comité hacer cambios en sus proyecciones para proveer así de información sobre futuras decisiones una vez que dicho umbral fuera alcanzado", rezaron las actas de la reunión mantenida el pasado 28 y 29 de enero. Hasta el momento, la Fed se ha comprometido a continuar con el dinero barato, recordemos que las tasas de interés a corto se acercan al 0 por ciento desde 2008, hasta que el desempleo cayera por debajo de los niveles mencionados. Sin embargo, visto que esta meta está cerca de alcanzarse, los funcionarios de la Fed, ahora presidida por Janet Yellen, plantean realizar cambios. Dicho esto, varios de los participantes en el encuentro pusieron sobre la mesa que quizás sería "apropiado" subir los tipos de interés a corto "relativamente pronto". Recordemos que hasta ahora el mercado asumía que los tipos de interés se mantendrían "extraordinariamente bajos" por lo menos hasta 2015 mientras la Fed procede con la retirada gradual de su Quantitative Easing, que asciende actualmente a los 65.000 millones. Este camino hacia la normalización monetaria en EEUU que hasta ahora ha engordado el balance de la Fed con 4,1 billones de dólares en activo, también comenzará a tener impacto en la rentabilidad de los bonos del Tesoro a diez años. Los más comedidos afirman que éstos podrían alcanzar un rendimiento del 3,4 por ciento a finales de año, aunque otros suben el límite hasta el 3,75 por ciento. Sea como sea, esto encarecerá la financiación de los emergentes durante los próximos meses. De hecho, ayer, el Fondo Monetario advirtió a la Fed que su retirada debe ser lenta y gradual para no destartalar la todavía frágil recuperación económica mundial. No logran el 'positivo' En el mercado todo quedó en lo que pudo ser y no fue. Ayer, en la apertura de la sesión todo apuntaba a que Wall Street podría volver a las cifras positivas en el año, por lo menos en el caso del S&P 500. Sin embargo, el optimismo inicial duró poco. Así, las ventas se apoderaron de los índices al otro lado del Atlántico y el S&P 500 cedía un 0,2 por ciento al cierre de esta edición, y el Dow Jones un 0,1 por ciento. Ambos índices continúan a la cola respecto a los principales selectivos del mundo y no suman ganancias en lo que llevamos de año. En el caso del primero, tendría que subir un 0,6 por ciento para ponerse en positivo en 2014. Más lejos le queda esta hazaña al Dow Jones, ya que este índice cede alrededor de un 3 por ciento. Aunque la situación en la jornada fue similar para el Nasdaq 100 que cedía un 0,5 por ciento, muy diferente es su comportamiento anual. Si de algo puede hacer alarde el tecnológico es de ser el único entre los principales de Estados Unidos que mantiene el signo positivo en el año, repuntando alrededor de un 2 por ciento.