El desafortunado estreno en bolsa de la Bolsa (BME) obligó a uno de los bancos coordinadores de la operación, BBVA, a llevar a cabo la estabilización de la acción durante el plazo de 30 días posteriores. Esta entidad financiera, cuya matriz es al mismo tiempo el segundo mayor accionista de BME, envió ayer un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que le informaba que "en condición de agente de estabilización de la OPV" había "llevado a cabo operaciones entre el 14 de julio y el 28 de julio". ¿Por qué no siguió estabilizando hasta el 11 de agosto, si hasta entonces no expiraba el plazo? Porque el 28 de julio agotó toda la munición de la que disponía para realizar estas tareas de apoyo al valor al comprar 2,5 millones de títulos, que se correspondían con la opción de compra (green shoe) que los colocadores tienen para adjudicar más papel entre los inversores institucionales, si la operación va bien.¿En qué consiste la estabilización? Cuando un valor cotiza por debajo del precio de la OPV durante los 30 días siguientes, una entidad previamente escogida -en este caso era BBVA- puede llevar a cabo compras, con el "objeto de permitir al mercado absorber gradualmente el flujo extraordinario de órdenes de venta de acciones que habitualmente suele producirse con posterioridad a una Oferta Pública y apoyar el precio de mercado de dichas acciones", se decía en el folleto de BME. BBVA ha estado estabilizando desde el primer día, cuando la acción arrancó por debajo de los 31 euros a los que fue colocada, y dejó de comprar en los mínimos de 27,6 euros. Sin este apoyo, ¿cómo habría sido la caída?