El BCE ha dado una alegría a los bancos europeos que serán sometidos a los test de estrés al decidir rebajar las exigencias de capital del 8 por ciento inicialmente previsto al 6 por ciento, siguiendo las preferencias de Alemania, Francia e Italia. Si bien es cierto que el Gobierno español prefería una cifra superior, ya que en los anteriores test, realizados por la EBA, se fijó el punto de referencia en el 5 por ciento y no se revelaron deficiencias en bancos que más tarde se derrumbaron (Dexia y Bankia).