España está de moda. Nadie duda de ello. Ni la crisis política en Italia ni el apagón en EEUU sirvieron de excusa para corregir. El Ibex 35 se mueve ahora por encima de los 9.600 por pura inercia (o tendencia) porque realmente comprar bolsa española a estos niveles... ¡No es ninguna ganga! El Ibex 35 suma casi 1.500 puntos en lo que va de año a pesar de que el crecimiento estimado en el beneficio por acción (BPA) de las compañías que lo integran se sitúa en su nivel más bajo desde hace justamente un año. La cautela de las firmas de inversión a la hora de revisar al alza los resultados empresariales hace que la bolsa española cotice incluso más cara que Wall Street. Su PER -número de veces en que el beneficio está recogido en el precio de la acción- se sitúa por encima de las 14,4 veces, frente a las 14 veces que en estos momentos se exige pagar para tomar posiciones en el emblemático S&P 500. Sobreprecio para el inversor Invertir en bolsa española a los niveles actuales implica un sobreprecio para el inversor de más del 14 por ciento respecto a lo que se ha pagado de media en el presente ejercicio -12,5 veces-. Es más el Ibex 35 no estaba tan caro desde mayo de 2002, cuando en pleno boom económico el PER del indicador español se movía en las 16 veces con un crecimiento de BPA de tan sólo el 8,3 por ciento. Ahora las previsiones apuntan a que las cuentas de las empresas españolas crecerán un 20,6 por ciento, niveles muy alejados al 52 y 46 por ciento estimado en los meses de febrero y marzo. Y es que recuerde que, entre otras cosas, el scrip dividend o pago en acciones lastra los BPA de las compañías por el efecto dilución que conlleva para los accionistas (a más acciones, menos beneficio le corresponde a cada uno de los títulos). En el caso del S&P 500, las correcciones de las últimas semanas ha dejado al índice a sólo un 1,5 por ciento del PER medio de 2013. A diferencia de la bolsa española, los analistas siguen optimistas con las cuentas de las empresas al prever un crecimiento del 10 por ciento.