Las actas del banco central no revelan la fecha en la que comenzará la retirada de las compras...... pero casi todos los miembros son partidarios de que se produzca antes de finales de año Todo sigue igual. Los inversores esperaban con ansia las actas de la última reunión de la Reserva Federal en busca de pistas sobre cuándo comenzará a retirar los estímulos a la economía, sobre todo, acerca de si la marcha atrás comenzaría en la próxima reunión que mantendrá el 17 y 18 de septiembre. Y, aunque no obtuvieron novedades sobre el calendario que maneja la institución, al menos, sí confirmaron su intención de comenzar a retirar los estímulos antes de finales de año. Eso explica que, a pesar de que la primera reacción del mercado fue brusca, las aguas volvieron pronto a su cauce: el Dow Jones, que llegó a perder más de 100 puntos de golpe -con él, el resto de índices norteamericanos cayeron a mínimos de la sesión- se recuperó hasta alcanzar casi el signo positivo y recuperar los 15.000 puntos. El dólar, que también tomó aliento en un primer momento hasta llevar al euro a los 1,33 dólares, terminó con una leve apreciación del 0,3 por ciento, hasta los 1,337. Una calma que contrasta con la evolución de unas bolsas europeas que cerraron en negativo antes de conocer el mensaje de la Fed y que en el caso del Ibex 35 supuso dejar atrás los 8.500 puntos, tras ceder un 0,5 por ciento. Un fin no tan próximo La Reserva Federal avanza en su plan de empezar a reducir la compra masiva de bonos a finales de este año con la vista puesta en cerrar definitivamente el grifo a mediados de 2014. "Casi todos" los miembros del Comité de Mercado Abierto de la institución monetaria se mostraron "muy cómodos" con el plan esbozado públicamente por Bernanke. El único condicionante que queda sobre la mesa es la evolución del paro. Si se mantiene el ritmo positivo de creación de empleo registrado a lo largo de 2013, el banco central reducirá progresivamente y en los plazos anunciados el desembolso de 85.000 millones de dólares que cada mes inyecta a la economía. El aparente consenso contrasta con la penúltima reunión del Comité en junio, donde se registraron fuertes divisiones entre sus miembros. Entonces, casi la mitad se mostró partidaria de una vía más rápida para finalizar el plan de estímulo a finales de este año, mientras otros establecieron como requisito la subida de las contrataciones laborales. Tras la reunión de julio, el banco central emitió un informe subrayando algunos obstáculos, como el incremento de los intereses de las hipotecas y la baja inflación, lo que llevó a algunos a sugerir que la reducción de la compra de bonos podría retrasarse más allá del mes de septiembre. Por todo ello, cobra relevancia que casi todos los miembros del Comité se inclinen ahora hacia un calendario más flexible y estén de acuerdo en que un cambio súbito en el programa de compras "no es todavía apropiado", señalan las actas. Según las mismas, los funcionarios no indicaron si la merma en el plan de estímulo debería ser en septiembre, octubre o diciembre, que es cuando el Comité celebrará sus próximas reuniones este año. Asimismo, muestran que había una mayoría favorable a iniciar la retirada del estímulo en septiembre y "unos pocos miembros de la Reserva Federal argumentaron que pronto podría ser oportuno aminorar" el ritmo de compras. Los miembros de la Fed discutieron la posibilidad de añadir en su comunicado algunas frases sobre la continuidad o disminución del estímulo pero, como en sesiones anteriores, decidieron no hacerlo al temer una reacción exagerada de los mercados.