El operador de centros de datos ha presentado pérdidas en el segundo trimestre, provocando una apertura con un gap bajista. Sin embargo, este hueco no ha cambiado en absoluto la situación técnica de la compañía. Los descensos de los últimos días han provocado que técnicamente se pueda hablar de una tendencia bajista de corto plazo -máximo relativo por debajo del anterior- que comenzó con un patrón en doble techo al que los precios habrían rebotado en forma de pull-back con el reciente movimiento de recuperación hasta los 205 dólares. Existe la posibilidad de que este proceso sea simplemente una corrección de las alzas anteriores. El nivel de los 171 dólares es el que marca la diferencia entre un mero ajuste o algo más serio, ya que en caso de perforarse esa cota se estaría confirmando un patrón en cabeza y hombros de medio/largo plazo. Si la compañía llega a dicha zona habrá que estar atento a las velas que se desplieguen en la misma, pues un patrón alcista de corto plazo podría abrir una ventana para trading con un stop muy ajustado y un objetivo ambicioso si la tendencia de fondo sigue viva.