Las inmobiliarias arrasan en el parqué. Y si no que se lo digan a Fadesa, que después de vivir unas jornadas para el olvido tras presentar sus resultados semestrales, al cierre de sesión se disparó al alza un 10 por ciento, al calor de los movimientos corporativos en el sector.Después de la incertidumbre sobre subidas de tipos de interés, que podrían frenar el crecimiento de los resultados de las inmobiliarias, el sector se animó a golpe de compras. El Grupo San José lanzó una oferta sobre el 100 por cien del capital de Parquesol, que antes de ser suspendida de cotización subía un 2,63 por ciento. Por su parte, Urbis recibió una propuesta, también sobre el 100 por cien del capital, de manos de Reyal y cerró con alzas de más de un 15 por ciento. Banesto, su accionista de referencia, ya ha dicho que venderá su parte.La especulación disipó las dudas que habían generado los resultados publicado por Fadesa el día 21, sesión en la que cayó un 6,6 por ciento. El beneficio neto aumentó un 16 por ciento con respecto al mismo período de 2005. Sin embargo, su crecimiento fue mucho mayor en el primer trimestre, cuando subió un 67 por ciento. En el segundo trimestre hubo una desaceleración en este crecimiento, debido al aumento de gastos causado por su expansión internacional. De las viviendas que había estimado entregar en el conjunto de 2006 -alrededor de 7.000 primero, y 8.000 en una corrección de sus expectativas que hizo posteriormente-, sólo había logrado vender 2.200. Aparentemente, los inversores perdieron la confianza.Además, los analistas del banco de inversión Lehman Brothers aconsejaron "infraponderar" los títulos de Fadesa, lo que sumado a las advertencias de un posible fin del ciclo inmobiliario (la última, la de los expertos de BBVA), hizo caer a la inmobiliaria gallega.