Mejora su visión y cree que el índice alcanzará los 1.750 puntos en 2013Wall Street está en máximos históricos, pero lejos de tener vértigo, dos de los grandes bancos de inversión norteamericanos piensan que la bolsa puede ir todavía más allá. Si la semana pasada J.P. Morgan elevaba sus previsiones para el S&P 500, ayer fue Goldman Sachs quien se sumó a ese optimismo alcista. Los analistas de la firma creen que el índice terminará el año en los 1.750 puntos, lo que apenas supone avanzar un 4,5 por ciento más desde los niveles en los que se situó ayer (a media sesión, escalaba hasta los en torno a los 1.674 puntos). Pero lo más destacado es que Goldman Sachs no espera que las compras en Wall Street se agoten tan pronto y tampoco que el vértigo aceche a los inversores, porque espera un rally del 25 por ciento hasta que el S&P 500 toque los 2.100 puntos en 2015, alcanzando un año antes los 1.900. La mejora en las previsiones del mayor banco de inversión del mundo -antes veía al S&P en los 1.625 puntos a finales de año- está sustentada, según la firma, en un crecimiento sólido de los dividendos y un entorno macroeconómico que mejora en los Estados Unidos. La meta que pueden alcanzar quienes inviertan en el índice para J.P. Morgan es un poco más modesta que en el caso de Goldman. Ve al índice en los 1.715 puntos este año. Sin embargo, pese a que las compañías estadounidenses sí han batido previsiones (han presentado beneficios un 5 por ciento superiores a las estimaciones, no como en el caso español), eso no ha servido para propulsar la expectativa de beneficio por acción del S&P 500, que se mantiene casi intacta, en los 110 dólares que se preveían antes de la temporada de resultados. Previsiones para escépticos La última gran recomendación de la entidad fue la de vender oro el 10 abril. La mantuvo durante poco tiempo, pero fue justo antes de que el metal se desplomase en dos días un 13 por ciento.