La moneda japonesa se deprecia hasta la altura de los 109,4 yenes contra el euroTodos quieren un yen más débil en Japón. El partido que está en el Gobierno, el Partido Democrático, y el que se encuentra en la oposición pero podría alzarse victorioso en las elecciones del próximo domingo, el Partido Liberal Demócrata (PLD) liderado por Shinzo Abe. Con el país de vuelta en la recesión, tal como quedó confirmado en los datos del tercer trimestre publicados el pasado lunes, durante la campaña electoral la divisa se ha colado como uno de los principales protagonistas, en este caso con la clara pretensión de que pierda valor para fomentar las exportaciones japonesas. Al calor de las últimas declaraciones de los políticos japoneses, el yen prolongó durante la sesión de ayer la debilidad que le acompaña en las últimas semana. Contra el dólar se depreció un 0,4 por ciento contra el dólar, hasta los 83,6 yenes, con un mínimo de 83,6, su nivel más reducido desde marzo (ver gráfico). Otros cruces Contra el euro, el yen cayó un 0,5 por ciento, hasta la altura de los 109,4 yenes, aunque llegó a marcar un mínimo diario en los 109,5 yenes a lo largo de la sesión, que a su vez supuso su cambio más bajo contra la moneda única desde comienzos de abril. De este modo, parece confirmarse que el yen no prolongará la secuencia que había encadenado en los dos últimos años, en los que se había apreciado contra el euro. A falta de poco más de dos semanas para que dar carpertazo a este ejercicio, lo cierto es que la divisa europea se ha revalorizado un 9,7 por ciento contra la japonesa. Junto a la presión que está recibiendo el yen para caer durante la campaña electoral, el mercado también está descontando la posibilidad de que el Banco de Japón (BdJ) envíe nuevos estímulos monetarios en la reunión del 20 de diciembre. Esta cita tendrá lugar justo después de la publicación de una estadística especialmente sensible para la economía nipona, como la correspondiente a la balanza comercial. Será significativa porque un débil dato de exportaciones reforzaría la presión para que el BdJ tome medidas encaminadas para depreciar el yen.