El precio de la gasolina de 95 octanos alcanzó su máximo histórico en 1,15 euros el litromadrid. Cuando parecía que las cosas no podían ir peor, que el precio del petróleo había alcanzado el punto más alto posible el pasado viernes en 75 dólares, tras el lanzamiento de misiles norcoreanos en el mar de Japón, las tensiones internacionales se han encargado de demostrar que el crudo aún puede escalar mucho más alto. Así, el oro negro tocaba ayer el precio más caro de su historia: 78 dólares por barril del 'Brent', de referencia en Europa. De esta forma, el petróleo ha subido la nada despreciable cifra de cinco dólares en lo que llevamos de mes y lo que nos espera será mucho peor a finales de este año, ya que los contratos de futuros auguran incrementos cercanos a los 90 dólares por barril y la cota de los 100 dólares ya no parece un sueño lejano.La tensión desatada en Oriente Medio durante la última semana ha sido el último factor que ha calentado la cotización del petróleo. Los conflictos entre Israel y los países islámicos de sus inmediaciones parecen ir a peor a medida que pasan los días, algo que ha condicionado a los inversores a la hora de comprar crudo y llevar su precio a las nubes.Ni Israel ni Líbano, los países implicados en estos últimos problemas internacionales, son exportadores de oro negro. Pero como los castillos de naipes que se desmoronan cuando una de sus piezas se tambalean, la crisis de Israel con sus países vecinos, podría forzar a Arabia Saudí a limitar su producción como arma de defensa de los países islámicos atacados por Israel. A esta situación se une las ya de por sí deterioradas relaciones de Irán con la comunidad internacional, debido al programa nuclear que Estados Unidos acusa de desarrollar al Gobierno de Teherán, y hay que sumar las declaraciones que hizo el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, el pasado jueves amenazando con un respuesta violenta en el caso de un ataque a Siria. Unas advertencias que han dado un impulso adicional a la subida del oro negro, ya que los operadores no han obviado que un tercio de la producción mundial de petróleo procede de Oriente Medio y que cualquier estornudo en esta delicada zona provoca un resfriado mundial.Por si fuera poco, a esta ya de por sí larga lista de problemas se han sumado otros: la continuación de las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur; el recorte del suministro de crudo de Royal Dutch Shell, uno de los principales productores en Nigeria, debido a los constantes ataques rebeldes dentro del país africano; y la caída de las existencias de petróleo en Estados Unidos.Intervención de la OPEPPor este motivo, la OPEP -que no tiene previsto reunirse hasta el próximo mes de septiembre- tuvo que salir ayer al paso de está insostenible situación y pidió a los principales agentes del mercado que colaborasen para estabilizar los precios, que se han disparado.El cártel expresó su preocupación por la última escalada de los precios y reafirma, una vez más, "su compromiso con la estabilidad" de los mercados, lo que supone un mensaje de tranquilidad sobre la actuación del principal productor del mundo: Arabia Saudí.La OPEP, no obstante, considera que hay un factor añadido que no desaparece y es que se mantiene un elevado nivel de especulación financiera en los mercados con los "hedge funds", que tratan de aprovechar el revuelto patio político que hay en el mundo. El problema que se vive en estos momentos en los mercados de crudo es además mucho más complicado que un incremento de las tensiones políticas. El cártel petrolero atraviesa una difícil situación: no tiene capacidad para aumentar considerablemente su producción de crudo para reducir la presión existente en los mercados. Los márgenes de refino han tenido también importantes movimientos en dientes de sierra y el cuello de botella en este sector no desaparece en Europa.La situación de los productos va ligada a los precios del crudo pero tiene también sus propios ritmos. La llegada del verano hace subir siempre la gasolina y la del invierno el gasóleo, algo que se nota especialmente en los bolsillos y en las cotizaciones de estos días. Las subidas de las últimas semanas se han trasladado ya a los surtidores de las estaciones de servicio, y el precio de la gasolina de 95 octanos alcanzó un máximo histórico en 1,15 euros el litro.Los hidrocarburos viven un momento de fuerte demanda por el tirón del consumo desde hace varios años, y por la demanda de China y ahora en mayor medida los tigres asiáticos, que siguen creciendo a ritmos superiores al 5 por ciento recuperando la garra que perdieron en la crisis de 1997.Con los actuales precios del crudo, el barril se pone al mismo nivel que en la crisis del 1979 con la revolución iraní, aunque si se mira en dólares de 2005, el precio debería subir hasta los 87 dólares para suponer una crisis similar a la de aquellos años, según se desprende del informe Statistical Review que elabora anualmente BP y de los datos del Departamento de Energía de Estados Unidos.Por el momento parece que las economías están soportando los aumentos en los precios del crudo pese a la máxima de que cinco dólares más en el petróleo suponen dos décimas menos de crecimiento económico mundial. El petróleo volverá a bajar tan pronto como se tranquilice de nuevo el conflicto entre Israel y Palestina, pero hasta entonces las economías mundiales tendrán que resistir.Reacción en los parquésEsta situación no ha pasado desapercibida en las bolsas mundiales a lo largo de los últimos cinco días, en especial en el parqué español. El 3,32 por ciento perdido por el Ibex 35 sólo ha sido superado por el Dax alemán, que se ha dejado un 4,57 por ciento. El resto de plazas internacionales reaccionaron mejor que España y Alemania a los conflictos internacionales, aunque con importantes pérdidas.