Los analistas han reducido las previsiones de ganancias de 21 firmas del selectivo francésCrédit Agricole y Veolia son las empresas más afectadas por el plan de ajuste del EjecutivoComo una losa. Así pesan las medidas del presidente francés, François Hollande, en las previsiones de beneficio de los expertos sobre las compañías galas. No en vano, desde que el pasado día 8 de septiembre el máximo mandatario del país vecino diera a conocer las medidas que componían el que iba a ser calificado como "el mayor ajuste del país en los últimos 30 años", las previsiones de ganancias netas de la mayoría de compañías del Cac 40 se han visto reducidas. Y es que el ajuste propuesto por el presidente francés -que está cifrado en cerca de 30.000 millones de euros- tiene como principales pilares en los que sustentarse el aumento de los impuestos a las rentas más altas, la congelación del cuerpo funcionarial y, por último, el aumento de la carga fiscal para las grandes compañías francesas. De hecho, según las palabras de Hollande se espera que este último apartado acabe suponiendo un monto de cerca de 10.000 millones de euros del total del ajuste realizado por el Ejecutivo francés, lo que ha podido influir en las estimaciones que las casas de análisis realizan sobre las empresas que cotizan en el selectivo parisino. Concretamente, los expertos han reducido en más de una veintena de compañías -el 52 por ciento de las empresas que componen el selectivo de referencia en Francia- las expectativas de beneficio neto para el conjunto del ejercicio desde el pasado día 8, y sólo las han incrementado en 13 de ellas en el mismo periodo de tiempo. En el resto de firmas que forman parte del Cac 40 las previsiones de ganancias que realizaban las casas de análisis hace un mes siguen siendo las mismas. Crédit Agricole, la señalada Así las cosas, el tijeretazo de Hollande ha causado un severo recorte en los beneficios esperados de las veintiuna compañías afectadas de más de 440 millones de euros en apenas 30 días. El caso más llamativo de todos los que se dan en el selectivo de referencia en Francia es el de Crédit Agricole, entidad financiera a la que las casas de análisis le han reducido en casi un 10 por ciento sus expectativas de beneficio para el conjunto del ejercicio desde que Hollande anunciara su controvertido plan de ahorro (ver gráfico). La firma francesa, que acumula en bolsa una rentabilidad del 30 por ciento desde que dio comienzo el ejercicio, sigue recibiendo una recomendación de venta por parte de la media de firmas que la siguen. Y las expectativas de beneficio de las compañías francesas no son las únicas afectadas por el plan Hollande, sino que otros aspectos como la recomendación que recae sobre ellas también se han visto afectados. Los analistas dan ahora una recomendación más negativa a la otorgada hace un mes a la mayoría de empresas que cotizan en el Cac, con un consejo de mantener cercano a la compra de media. Sin embargo, no todo son malas noticias en el entorno empresarial del país vecino. Hay que recordar que también existen compañías que cotizan en el indice francés y que han reaccionado de una manera positiva al citado plan de ajuste. En este campo Michelin y ArcelorMittal son las empresas que mejor han recibido las medidas del Gobierno que dirige Hollande, ya que en el mismo periodo de tiempo han visto como los expertos incrementaban sus expectativas de beneficio para el conjunto del año en un 3 y un 2 por ciento respectivamente. ¿'Decoupling'? Y es que la situación económica y empresarial en el país vecino no parece ser la más idónea. De hecho, el pasado 3 de octubre se dieron a conocer también los datos del mes de septiembre del índice PMI para el sector de los servicios en el país francés (el índice que mide la evolución de este sector en Europa), y los resultados obtenidos fueron más que desalentadores, ya que vuelven a señalar de nuevo a niveles de recesión al estar por debajo de los 50 puntos. No sólo se registró un dato inferior al obtenido en agosto, 45 puntos por los 49,2 logrados hace sólo un mes, sino que no se consiguió batir las expectativas creadas por los expertos con el dato adelantado el pasado 24 de septiembre que esperaba que este indicador marcara los 46,1 puntos. De hecho, ni siquiera se pudo cumplir con las previsiones llevadas a cabo por los analistas más pesimistas, que auguraban que este dato quedaría estancado en los 46 enteros. Esta situación contractiva vivida en Francia contrasta claramente con la que se da en Alemania, país que, a pesar de no haber conseguido alcanzar el dato proyectado en su estimación preliminar por Markit (el instituto económico que lleva a cabo este estudio), logró elevar este índice hasta el nivel de los 49,7 puntos desde los 48,3 obtenidos en el mes de agosto, lo que ha hecho pensar a algunos analistas en el decoupling o desacoplamiento entre las dos principales potencias del Viejo Continente también en el ámbito de los servicios.