La prima de riesgo cae hasta los 518 puntos básicos, con el bono en el 6,57%Las palabras de Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), filtradas el lunes tras su comparecencia en el Parlamento Europeo, volvieron a actuar de bálsamo en el mercado de deuda, a menos de 24 horas de que se celebre la esperada reunión del BCE. Después de que Draghi afirmara que la institución podría comprar deuda pública a corto plazo, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de nuestros bonos y los alemanes a una década, continuó con su descenso por segundo día consecutivo, hasta los 518 puntos básicos -29 puntos menos que el lunes-; poniendo así fin al impacto negativo que había sufrido tras las últimas solicitudes de rescate de Cataluña y Andalucía. No es la primera vez que Draghi consigue calentar las expectativas del mercado antes de una cumbre importante. Y para ejemplo, el 25 de julio. Sus ya célebres palabras de "haré lo que sea necesario para preservar el euro y créanme, será suficiente", lograron rebajar el diferencial español por debajo de los 600 puntos, sólo dos días después de que marcara máximo histórico en los 638 puntos básicos. Aquel día, la prima de riesgo bajó 50 puntos básicos, iniciando una racha en la que llegó a descender hasta los 465 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono a diez años se relajó por debajo del 7 por ciento por primera vez desde el 18 de julio. Pero ayer, las palabras de Draghi no fueron lo único que sembró optimismo en el mercado. Las que pronunció Asmussen, el representante alemán en el comité ejecutivo del BCE -que siempre se ha mostrado más reacio a la posibilidad de que la entidad ejecute compras de deuda- advirtiendo a los mercados de que las dudas sobre el euro son "inaceptables", también sirvieron para relajar el interés que los inversores exigen a los bonos españoles a una década respecto a los alemanes, que bajó desde el 6,85 por ciento hasta el 6,57 por ciento. La menor presión en el mercado de deuda también se trasladó a otros países de la periferia, como Italia o Portugal. El diferencial transalpino también dio continuidad a los descensos iniciados el lunes, al caer 11 puntos, hasta los 427 puntos básicos (ver gráfico). Una relajación que también se desplazó a la rentabilidad de los bonos a diez años, que bajó hasta el 5,66 por ciento. Aunque el descenso más notable fue el que experimentó la deuda portuguesa. La prima de riesgo lusa cayó 33 puntos, hasta los 761 puntos básicos -su nivel más bajo desde junio de 2011, cuando cerró en los 747 puntos básicos-.