La esperada comparecencia de Draghi metió una china en el zapato del sector financiero en forma de penalización de los fondos depositados en el BCE. Si se cumplió la bajada de tipos, el presidente sorprendió al anunciar que la facilidad marginal de depósito, la remuneración obtenida por los bancos por sus depósitos en el BCE, pasa a ser del cero por ciento. Este es un mensaje tajante orientado a fomentar la fluidez de la gran cantidad de liquidez inyectada por el BCE y que no termina de llegar a la economía real.