La caída de los datos adelantados de la actividad china ha propiciado que el Banco Central de China se uniese a la fiesta del jueves de las autoridades monetarias, trayendo como regalo el segundo recorte de tipos en un mes hasta el 6 por ciento. Este movimiento expansivo de la política monetaria ha provocado, aun más si cabe, el incremento de la volatilidad del petróleo. Hemos pasado de los temores de una menor demanda por parte del gigante asiático fruto del enfriamiento económico, a un sentimiento contrapuesto.