Pasará bastante tiempo hasta que se publiquen las conclusiones de las investigaciones sobre el fraude que ha costado a Société Générale 4.900 millones de euros y su independencia. El banco francés ha sido víctima tanto de un empleado irresponsable, Jérôme Kerviel, como de sus sistemas de control, y con este caso se ha puesto en entredicho la gestión interna de la cúpula directiva y del actual presidente Daniel Bouton, que ha sido confirmado en el cargo.La pregunta que queda en el aire es si esos sistemas fueron realmente deficientes o encubridores de unas prácticas ilícitas que, según las declaraciones de Kerviel, no eran exclusividad suya como le acusa el banco. El bróker asegura que mientras ganaba dinero sus superiores le dejaban hacer y conocían lo que estaba ganando.¿Quién es realmente Kerviel?Para rebajar su humillación, a Société Générale le interesaba presentar a Kerviel como un caso aislado, un formidable embaucador, un "hacker" genial dotado de una inteligencia diabólica. Eso fue lo que hicieron Daniel Bouton y otros dirigentes del banco el 24 de enero pasado, cuando desvelaron el agujero en las cuentas ocasionado por el fraude, que eclipsó las pérdidas nada desdeñables relacionadas con su exposición a los créditos subprime -otros 2.000 millones de euros- anunciadas al mismo tiempo. Kerviel se dedicaba al arbitraje en contratos de futuros, un producto financiero relativamente sencillo, y tenía un limitado margen de maniobra que no respetó, buscando enriquecer al banco y conseguir su reconocimiento. ¿Con la bendición de sus jefes? "No puedo creer que mis superiores no tuvieran conciencia de las cantidades que invertía, es imposible generar tales beneficios con posiciones pequeñas. Mientras estaba en positivo, mis superiores hacían la vista gorda", declaró el joven al ser interrogado por la brigada financiera. Según la filtración al diario Le Monde y al sitio de Internet Médiapart, la versión de Kerviel sostiene que los directivos conocían sus actuaciones. "No puedo creer que mi jerarquía no conociera el montante de mis operaciones. Mi primer éxito se produjo en 2005. Entonces tomé una posición en Allianz apostando sobre la caída del mercado. Tras los atentados terroristas en Londres el mercado bajó y gané en un día 500.000 euros. A partir de ese momento mi único interés fue hacer ganar dinero a la Société Générale. En ningún momento me he enriquecido. En enero de 2007 inicié inversiones en el índice alemán DAX en Asia y después de los signos de calentamiento del mercado, éste sube tras una mini-crisis. Gano una posición de 28 millones de euros. Estoy orgulloso y satisfecho", declara a la policía. En los meses siguientes y con el éxito de operaciones ficticias, Kerviel acumula unas ganancias de 1.400 millones de euros. Sólo declara a sus superiores 55 millones, lo que le permite sumar un bonus de 300.000 euros a su sueldo anual de 48.000 euros. A partir de ese momento, Kerviel engaña al banco con emails falsos y con operaciones ficticias, según su versión. Se trata, por supuesto, de palabra contra palabra, pero hay hechos que avalan una duda razonable sobre la responsabilidad -deliberada o no- del banco: el discreto despido de varios superiores de Kerviel y la puesta en libertad de éste último, acusado de abuso de confianza, falsificación e intromisión en sistema de datos, pero no de estafa. "Según las primeras constataciones, me parece que todos los controles permanentes en el seno de Société Générale no han funcionado", reconoce el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer. Algunos especialistas denuncian un enemigo mayor -la carrera por los beneficios- de un trader loco. "La verdad de este escándalo hay que buscarla en el funcionamiento cotidiano de las salas de mercados. Jugársela, apostar, tomar riesgos..." El resultado es que el escándalo ha desestabilizado a un banco con 143 años de historia y amenaza su independencia. Su valor bursátil se ha desplomado, y a pesar de una ampliación de capital de 5.500 millones, París hierve en rumores de OPA: fusión con otro banco francés BNP Paribas, Crédit Agricole...