Las entidades italianas fueron las más castigadas en el desplome que vivió el sector en el Viejo Continentemadrid. La propuesta del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de prohibir a los bancos pagar dividendos a sus accionistas y bonus a sus directivos si no cuentan con el capital exigido, pesó ayer en el parqué. La banca fue, una vez más, el sector que más frenó a las bolsas europeas al cerrar con una caída del 3,68 por ciento tras seis sesiones consecutivas en positivo. El mensaje de Barroso incluía, además, la necesidad urgente de fortalecer el capital. Una propuesta que, entre otros, ya hicieron desde el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) y que no tiene más objetivo que el de garantizar la supervivencia del sector en la crisis de deuda griega y recuperar la confianza de los inversores en un momento en el que las previsiones de varias firmas y organismos adelantan una recesión. Una hipótesis que se volvió a barajar ayer, cuando los principales institutos de estudios económicos de Alemania apuntaron a que el país podría acercarse peligrosamente a una recesión, una situación de la que no creen que escapen España y la zona euro. Miedo en el sector Los grandes tenedores de la deuda soberana siguen recogiendo el impacto de la crisis griega y el miedo a la recesión. Un temor al que tampoco ayudaron las palabras del presidente de la Comisión y que terminó con una jornada en la que sólo Alpha Bank y Julius Baer pudieron terminar con alzas en el Viejo Continente. Unicredit fue la entidad más penalizada por los inversores al ceder un 12 por ciento, la mayor caída desde el 30 de marzo de 2009, y dejar la cotización en los 0,92 euros. A éste le siguieron otros dos italianos, Banco Popolare e Intesa, que cedieron más de un 8 por ciento. Ni siquiera la banca británica se escapó ayer de los números rojos. A pesar de que la agencia de calificación crediticia Fitch rebajó en dos escalones los rating a largo plazo de Lloyds y RBS fue Barclays la entidad inglesa que más cedió (ver gráfico), aunque la agencia la situó en vigilancia para un posible recorte de rating. Los damnificados del recorte cedieron un 5,5 y un 6,4 por ciento en cada caso. La banca española, aunque con caídas más ligeras, no fue una excepción en el sector. Las entidades presentes en el Ibex 35 se dejaron de media un 2 por ciento, siendo BBVA el más penalizado al ceder más de un 3 por ciento. En este sentido, a la propuesta de Barroso de prohibir dividendos debe sumársele la indicación de UBS de hace unos días, cuando aconsejó a los bancos españoles recortar sus retribuciones para reforzar su capital y que no supongan un riesgo.