Año Nuevo, vida nueva, o eso dicen los entendidos en la videncia y otras artes esotéricas. Ha quedado atrás la euforia fantasmal de los 16.000 puntos del Ibex -incluso los 15.000 fueron ayer un mero espectro- y la desaceleración económica es un hecho incontestable... Y ya puestos, el pasado miércoles una materia tan codiciada como el petróleo, tocó la simbólica cifra de los 100 dólares por barril de West Texas. Ayer, superó ese precio por momentos y llegó hasta los 100,09 dólares. Todo un presagio de tragedia si nos vamos en busca de las compañías que pueden resultar perjudicadas por un precio del crudo por las nubes. Es el caso de la aerolínea española por excelencia, Iberia. Sus beneficios están atados a los precios del petróleo y, pese al colchón del euro, éste no amortiguaría tasas tan altas. Iberia cedió ayer un 3,77 por ciento para cerrar en 2,81 euros por acción, con lo que inaugura este año bursátil con dos recortes consecutivos. El resto del sector también sufrió. La inglesa British Airways se dejó un 2 por ciento; la alemana Lufthansa recortó un 2,47 por ciento y la franco-holandesa Air France-KLM, un 1,5 por ciento. En el caso de Iberia, además, ya no cuenta en su favor con los rumores de una posible opa que le salvaron de sufrir mayores descensos en verano. Caja Madrid bloquea con su participación las posibles ofertas de distintas aerolíneas europeas, que podrían dejar aparcado el proyecto hasta, al menos, las elecciones generales, el día 9 de marzo. En la otra cara, Repsol YPF puede ser la compañía española más beneficiada por las subidas del crudo, que se anotó ayer un 0,69 por ciento, el cuarto mayor avance del Ibex 35. En el resto del sector, destacó el avance del 2,36 por ciento de la francesa Total y el del 1,56 por ciento de la italiana Eni.