Ante la falta de catalizadores para una recuperación en el sector conviene posicionarse a la bajaMadrid. Los reguladores de Francia, Italia y España han decidido mantener la prohibición de posiciones cortas o bajistas en los valores financieros (apostar por la caída de precio de una acción para recomprarla más barata) y los resultados hasta la fecha, desde que se instauró el 12 de agosto, son concluyentes. El índice europeo de bancos ha caído de media un 8 por ciento y, lo que es peor, el absoluto caos que impera en la zona está permitiendo que el activo más líquido, que es el futuro del Dax Alemán, se utilice en los mercados para ponerse bajista, ya que aquí no hay limitaciones. El problema viene porque es el índice más seguido en Europa y cuando éste cae arrastra a todos los demás, incluidos los índices americanos. El sector está en boca de todos porque, además de todos los problemas que arrastra (de fuerte desaceleración económica global con elevadas tasas de morosidad), son los principales tenedores de bonos de los gobiernos, que son los que les han rescatado en muchos casos tres años antes. Así, el problema es parecido al del inicio de la crisis en cuanto a sus actores, aunque no en cuanto a su contenido. Nos hemos encontrado la pasada semana con que uno de los principales gurús del mercado, el señor Warren Buffett, principal accionista de holding Berkshire Hathaway, ha comunicado la inversión de 5.000 millones de dólares en acciones de Bank of America, valor que lleva un desplome de más 50 por ciento en lo que va de año. Uno de los objetivos es transmitir confianza al mercado como ya hizo con Goldman Sachs en la crisis subprime en el año 2008, que le reportó enormes beneficios. La situación actual difiere bastante de la vivida hace tres años, en la que prácticamente quebró el sistema financiero. Pero, desde el punto de vista macroeconómico, es un sector para posicionarse bajista (si los reguladores nos lo permiten) porque la gran mayoría de unidades de negocio de una entidad financiera (desde los préstamos, que no hay, hasta los mercados de capitales, donde el volumen es escaso) no auguran un buen futuro para este sector. En este caso, el inmobiliario tendría mucho que decir y, no sólo no aporta, sino que es un problema adicional. La banca americana tiene, además, muchos problemas adicionales de litigios y juicios por todas partes por la herencia de la crisis subprime y la venta de productos complejos ligados al sector inmobiliario. A esto se une una sensación, desde el punto de vista del contribuyente, bastante negativa, que es una presión adicional para sus gestores, por lo que tampoco están recibiendo apoyos por parte de los políticos. Diferentes opciones Para aquellos inversores que quieran seguir la estela de Warren Buffett se puede hacer invirtiendo en Financial Select Sector SPDR (XLF). Es curioso que tres de sus principales componentes sean Bank of America, Wells Fargo y Berkshire Hathaway (cuyo accionista es el propio Buffett). También planteamos otras dos opciones alcistas del sector, como es el SPDR KBW Bank ETF (KBE), más enfocado en la propia actividad bancaria, y el Financial Preferred Portfolio (PGF), porque invierte en participaciones preferentes del sector financiero (ya sabemos que este producto es un híbrido entre la renta variable y la renta fija) y sus caídas son bastante limitadas. Para los que apuesten por caídas del sector tenemos el Proshares Ultrashort Financials (SKF), que es nuestra opción, ya que aunque el sector ha caído bastante no vemos catalizadores para su recuperación, sino problemas por todas partes.