El acuerdo de los bancos centrales de inyectar dinero al unísono magnifica la crisis y la aliviaEl Ibex concluye la semana con un retroceso del 1,54%, pero con un alza el viernes del 0,49%madrid. No es que sea una víctima del márketing ni de un engaño colectivo, pero si pensaba que los Reyes Magos eran tres, está muy equivocado. Esta semana se ha demostrado que son cinco, pero no se moleste en dejarles dulces navideños sobre la mesa la noche del 6 de enero, porque este año, adelantarán su visita a diciembre. Se trata del tándem que han formado los máximos representantes de la Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra, el de Canadá y el Banco de Suiza. Aunque irónicamente, si los tradicionales Reyes Magos se supone que vienen más cargados cuanto mejor se porte uno, en este caso, acudirán a pesar de que el comportamiento del mercado no ha sido el más adecuado. Su primer regalo serán dos inyecciones de liquidez que dejarán bajo el árbol del mercado el 17 y el 20 de diciembre, de 20.000 millones de dólares cada una. Muchas nueces y poco ruido A pesar de esta histórica alianza y de la rebaja de tipos que llevó a cabo la Fed, al disminuirlos un cuarto de punto hasta el 4,25 por ciento, la repercusión en los parqués mundiales fue un silencio que dejó paso a las ventas. La jornada del jueves tiñó los mercados de un rojo que no se veía en el trimestre. El Ibex no vivía una caída tan grande desde el 7 de septiembre. En otros casos, como el del principal indicador inglés, el Ftse, y el del francés Cac 40, las caídas recordaron al desplome que sufrieron los parqués a nivel mundial a mediados del mes de agosto. Esta semana el mapa europeo se perfiló con recortes como el del principal índice español, que perdió un 1,54 por ciento, el Cac 40, que se dejó casi un 2 por ciento, o el EuroStoxx 50, índice de referencia de la zona euro, que sufrió una caída del 1,39 por ciento. Pero sin duda, el indicador más castigado fue el Ftse 100, cuya penitencia fue retroceder un 2,41 por ciento. Las bolsas europeas comenzaron la semana con optimismo y tras el enorme traspié que sufrieron, trataron en vano de saldar sus cuentas en la última sesión, con ascensos inferiores al 1 por ciento. La llegada de las nuevas cinco majestades no sirvió para ilusionar al Ibex, y tampoco emocionó en exceso a su principal impulsora, Telefónica. La operadora se dejó en el camino un 1,14 por ciento. Menos intenso fue el olor a ventas que desprendieron los otros blue chips de la bolsa. Los títulos de BBVA perdieron un 0,17 por ciento de su valor, como también se recortó el precio de las acciones de Santander un 1,28 por ciento, tras alcanzar -pero no batir- su máximo histórico durante la semana. Y a pesar de que Iberdrola se disfrazó de verde en el parqué para el estreno de Renovables, sus títulos lucieron el rojo sin complejos y cayeron un 3,28 por ciento en la semana. Iberdrola Renovables prefirió jugar al despiste y aunque en su primera sesión y gran parte de la segunda el precio de sus acciones estuvo por debajo del de su debut, un sprint final le permitió dispararse un 6,8 por ciento. La mayor subida del selectivo español fue para Sogecable, favorecido por los rumores de opa de Vivendi -que controla un 5 por ciento de su capital- por la alemana Premiere. Y aunque valor más rezagado del Ibex fue Ferrovial, que perdió un 7 por ciento, las caídas más dolorosas fueron las de Antena 3 y NH Hoteles, que se despedirán del índice en enero para dar cabida a dos nuevos inquilinos: Grifols y Abengoa.