La caída de la demanda encarece un 42% en un mes el coste de la subasta de títulos a medio año El rendimiento del bono se sitúa bajo el 6% y la prima de riesgo cae hasta los 322 puntos básicosLa caída de la demanda encarece un 42% en un mes el coste de la subasta de títulos a medio año El rendimiento del bono se sitúa bajo el 6% y la prima de riesgo cae hasta los 322 puntos básicosLa caída de la demanda encarece un 42% en un mes el coste de la subasta de títulos a medio año El rendimiento del bono se sitúa bajo el 6% y la prima de riesgo cae hasta los 322 puntos básicosmadrid. Adiós, julio, adiós. Seguramente, ésta fue la mejor noticia para el Tesoro Público, que ayer llevó a cabo la última de las subastas de deuda pública que tenía programadas para este mes, que ha acabado siendo el más tenso para España en los mercados financieros desde su incoporación a la Europa del euro. Esta sensación quedó refrendada con la emisión de letras a tres y seis meses con la que se despidió de julio, puesto que se saldó con una fuerte caída de la demanda y un sustancial incremento de los intereses con respecto a la operación del mes pasado. Las letras a tres meses se adjudicaron con un rendimiento medio del 1,899 por ciento, el más alto desde 2008 y un 21 por ciento mayor que el registrado en junio, mientras que los títulos a seis meses se subastaron con una rentabilidad media del 2,519 por ciento, el máximo desde diciembre de 2010 y un 41,8 por ciento más alto que en junio. Otro dato evidencia la magnitud de estos intereses: hace un año, el Tesoro los emitió con un coste medio del 0,67 y del 1,14 por ciento, respectivamente, con lo que ayer acabó pagando más del doble que hace un año. Esta elevada factura fue consecuencia del notable descenso de la demanda, que entre los dos títulos ascendió a 9.304,8 millones de euros, la más reducida para una operación de letras a tres y seis meses desde noviembre del año pasado y un 38 por ciento inferior a la cantidad vista en junio. Este retroceso obligó al Tesoro a elevar los intereses para apurar su objetivo de financiación, puesto que se había propuesto captar entre 2.000 y 3.000 millones y finalmente consiguió 2.885,3 millones -750,1 millones en letras a tres meses y 2.135,2 millones en letras a seis meses-. Italia también siente la presión Italia también probó ayer la misma medicina en los mercados. El Tesoro transalpino captó 9.000 millones de euros con una doble subasta de letras a seis meses y bonos a dos años. Las primeras se colocaron con un rendimiento medio del 2,269 por ciento, superior al 1,98 por ciento del último precedente, mientras que los títulos a dos años salieron con un rendimiento del 4,038 por ciento, frente al 3,219 por ciento anterior. Las dificultades que están encontrando España e Italia en las últimas semanas para financiarse en los mercados es fruto del contagio directo de la crisis periférica. Y eso que ayer ambos países disfrutaron de un pequeño respiro. Las compras propiciaron que el rendimiento de los bonos españoles se moderara del 6,02 al 5,96 por ciento. A su vez, este retroceso permitió que la prima de riesgo, medida por el interés adicional que exige el mercado a los bonos españoles sobre los alemanes a 10 años, bajara de los 326 a los 322 puntos básicos -ó 3,22 puntos porcentuales-. En el caso italiano, la rentabilidad de sus títulos a una década pasó del 5,66 al 5,62 por ciento y su prima de riesgo, de los 290 a los 289 puntos básicos. Una semana de 'vacaciones' Tras la operación de ayer, la siguiente emisión del Tesoro será el 4 de agosto, fecha en la que tiene previsto colocar bonos a tres años. El 7 de julio, estos títulos se subastaron con una rentabilidad media del 4,29 por ciento. Hasta la fecha, España ha emitido 111.000 millones de euros brutos en deuda a corto y largo plazo, el 58,5 por ciento del total previsto para 2011. madrid. Adiós, julio, adiós. Seguramente, ésta fue la mejor noticia para el Tesoro Público, que ayer llevó a cabo la última de las subastas de deuda pública que tenía programadas para este mes, que ha acabado siendo el más tenso para España en los mercados financieros desde su incoporación a la Europa del euro. Esta sensación quedó refrendada con la emisión de letras a tres y seis meses con la que se despidió de julio, puesto que se saldó con una fuerte caída de la demanda y un sustancial incremento de los intereses con respecto a la operación del mes pasado. Las letras a tres meses se adjudicaron con un rendimiento medio del 1,899 por ciento, el más alto desde 2008 y un 21 por ciento mayor que el registrado en junio, mientras que los títulos a seis meses se subastaron con una rentabilidad media del 2,519 por ciento, el máximo desde diciembre de 2010 y un 41,8 por ciento más alto que en junio. Otro dato evidencia la magnitud de estos intereses: hace un año, el Tesoro los emitió con un coste medio del 0,67 y del 1,14 por ciento, respectivamente, con lo que ayer acabó pagando más del doble que hace un año. Esta elevada factura fue consecuencia del notable descenso de la demanda, que entre los dos títulos ascendió a 9.304,8 millones de euros, la más reducida para una operación de letras a tres y seis meses desde noviembre del año pasado y un 38 por ciento inferior a la cantidad vista en junio. Este retroceso obligó al Tesoro a elevar los intereses para apurar su objetivo de financiación, puesto que se había propuesto captar entre 2.000 y 3.000 millones y finalmente consiguió 2.885,3 millones -750,1 millones en letras a tres meses y 2.135,2 millones en letras a seis meses-. Italia también siente la presión Italia también probó ayer la misma medicina en los mercados. El Tesoro transalpino captó 9.000 millones de euros con una doble subasta de letras a seis meses y bonos a dos años. Las primeras se colocaron con un rendimiento medio del 2,269 por ciento, superior al 1,98 por ciento del último precedente, mientras que los títulos a dos años salieron con un rendimiento del 4,038 por ciento, frente al 3,219 por ciento anterior. Las dificultades que están encontrando España e Italia en las últimas semanas para financiarse en los mercados es fruto del contagio directo de la crisis periférica. Y eso que ayer ambos países disfrutaron de un pequeño respiro. Las compras propiciaron que el rendimiento de los bonos españoles se moderara del 6,02 al 5,96 por ciento. A su vez, este retroceso permitió que la prima de riesgo, medida por el interés adicional que exige el mercado a los bonos españoles sobre los alemanes a 10 años, bajara de los 326 a los 322 puntos básicos -ó 3,22 puntos porcentuales-. En el caso italiano, la rentabilidad de sus títulos a una década pasó del 5,66 al 5,62 por ciento y su prima de riesgo, de los 290 a los 289 puntos básicos. Una semana de 'vacaciones' Tras la operación de ayer, la siguiente emisión del Tesoro será el 4 de agosto, fecha en la que tiene previsto colocar bonos a tres años. El 7 de julio, estos títulos se subastaron con una rentabilidad media del 4,29 por ciento. Hasta la fecha, España ha emitido 111.000 millones de euros brutos en deuda a corto y largo plazo, el 58,5 por ciento del total previsto para 2011. madrid. Adiós, julio, adiós. Seguramente, ésta fue la mejor noticia para el Tesoro Público, que ayer llevó a cabo la última de las subastas de deuda pública que tenía programadas para este mes, que ha acabado siendo el más tenso para España en los mercados financieros desde su incoporación a la Europa del euro. Esta sensación quedó refrendada con la emisión de letras a tres y seis meses con la que se despidió de julio, puesto que se saldó con una fuerte caída de la demanda y un sustancial incremento de los intereses con respecto a la operación del mes pasado. Las letras a tres meses se adjudicaron con un rendimiento medio del 1,899 por ciento, el más alto desde 2008 y un 21 por ciento mayor que el registrado en junio, mientras que los títulos a seis meses se subastaron con una rentabilidad media del 2,519 por ciento, el máximo desde diciembre de 2010 y un 41,8 por ciento más alto que en junio. Otro dato evidencia la magnitud de estos intereses: hace un año, el Tesoro los emitió con un coste medio del 0,67 y del 1,14 por ciento, respectivamente, con lo que ayer acabó pagando más del doble que hace un año. Esta elevada factura fue consecuencia del notable descenso de la demanda, que entre los dos títulos ascendió a 9.304,8 millones de euros, la más reducida para una operación de letras a tres y seis meses desde noviembre del año pasado y un 38 por ciento inferior a la cantidad vista en junio. Este retroceso obligó al Tesoro a elevar los intereses para apurar su objetivo de financiación, puesto que se había propuesto captar entre 2.000 y 3.000 millones y finalmente consiguió 2.885,3 millones -750,1 millones en letras a tres meses y 2.135,2 millones en letras a seis meses-. Italia también siente la presión Italia también probó ayer la misma medicina en los mercados. El Tesoro transalpino captó 9.000 millones de euros con una doble subasta de letras a seis meses y bonos a dos años. Las primeras se colocaron con un rendimiento medio del 2,269 por ciento, superior al 1,98 por ciento del último precedente, mientras que los títulos a dos años salieron con un rendimiento del 4,038 por ciento, frente al 3,219 por ciento anterior. Las dificultades que están encontrando España e Italia en las últimas semanas para financiarse en los mercados es fruto del contagio directo de la crisis periférica. Y eso que ayer ambos países disfrutaron de un pequeño respiro. Las compras propiciaron que el rendimiento de los bonos españoles se moderara del 6,02 al 5,96 por ciento. A su vez, este retroceso permitió que la prima de riesgo, medida por el interés adicional que exige el mercado a los bonos españoles sobre los alemanes a 10 años, bajara de los 326 a los 322 puntos básicos -ó 3,22 puntos porcentuales-. En el caso italiano, la rentabilidad de sus títulos a una década pasó del 5,66 al 5,62 por ciento y su prima de riesgo, de los 290 a los 289 puntos básicos. Una semana de 'vacaciones' Tras la operación de ayer, la siguiente emisión del Tesoro será el 4 de agosto, fecha en la que tiene previsto colocar bonos a tres años. El 7 de julio, estos títulos se subastaron con una rentabilidad media del 4,29 por ciento. Hasta la fecha, España ha emitido 111.000 millones de euros brutos en deuda a corto y largo plazo, el 58,5 por ciento del total previsto para 2011.